Capítulo 8: Un explosivo ataque final
Trozos carbonizados del Demonio Mayor están lloviendo desde los cielos. El cadáver desechado por Chaos Machina también se convierte en ceniza oscura y se desmorona. Después de que el Héroe descienda majestuosamente desde arriba, corro hacia él.
[Seiya…!]
Al mirar hacia atrás con su apatía mirada característica, salto en su dirección y lo abrazo.
[… ¿Qué? ¿Estás tratando de estrangularme?]
[Por supuesto que no! Estoy muy feliz! Quiero decir, pensaba que este mundo estaba acabado!]
Grito de emoción y luego entierro mi cara en su pecho. La armadura de acero se interpone en el camino, pero todavía puedo sentir el calor de Seiya.
*Olfatea!* *Olfatea!* Oh no, huele tan bien! Oh hombre! Esto es serio! *Olfatea!* *Olfatea!*
[Para. Suéltame. Me vas a pegar alguna enfermedad extraña que tengas.]
[No! No voy a parar!]
No voy a perder, no importa cuántas cosas groseras diga. De hecho, incluso le pegare todas las enfermedades que tengo. Lo sostengo fuerte en mis brazos con ese pensamiento… Claro está que no tengo ninguna enfermedad.
Después de disfrutar el momento, suelto los brazos y lo miro enfadada.
[Pero, Seiya…! Todavía estoy un poco enfadada contigo! Sabias de la habilidad ‘Fake Out’, pero no me lo dijiste. ¿Cuánto tiempo llevas ocultándome eso?]
Seiya suspira mientras habla.
[Si mis atributos fueran completamente visibles para una aliada como tú, entonces eso significaría que el enemigo también podría verlos. La primera vez que te conocí y entré en la Cámara de Invocación, pensé, ‘Necesito hacer algo al respecto’, y empecé a entrenar. Poco después, aprendí la habilidad ‘Fake Out’.]
Como pensaba, ya estaba ocultando sus verdaderos atributos después de su primera sesión de entrenamiento.
Fuerzo una expresión lastimosa y miro a Seiya.
[Entiendo que no quieres que el enemigo conozca tu verdadero poder, pero al menos podrías habérmelo dicho. Incluso me bloqueaste la vista y dejaste un mensaje diciéndome que no mirara. Eso hirió mis sentimientos. Quiero decir, somos compañeros, ¿Sabes?]
Tiene una expresión un tanto triste.
[Aunque mantuvieras la boca cerrada, si hubiera un monstruo que te abriera el cerebro y leyera tus recuerdos, entonces conocerían mis stats. Sólo estaba siendo muy cuidadoso.]
[Eso es muy aterrador! Será mejor que me protejas para que eso nunca ocurra!]
Aprieto a Seiya en mis brazos una vez más.
[Una diosa no moriría por eso. No hay necesidad de que yo te proteja.]
[Nooo! Protégeme!]
[Suéltame a menos que quieras que te corte en pedazos.]
Ni siquiera entonces lo dejo ir. El momento en que Seiya mató instantáneamente al Demonio Mayor fue grabado en mi mente. Era tan genial entonces, como un verdadero héroe. Sólo de pensarlo hace que mi corazón se acelere.
Con una sonrisa alegre, miro su perfil cincelado.
Tee-hee. Ni siquiera se atreve a hablar. ¿Está avergonzado? Puede que intente actuar calmado, pero después de todo aún es joven!
Pero ahí es cuando me doy cuenta. Seiya está levantando la barbilla como para decirme que mire detrás de mí.
[¿Huh…?]
Me doy la vuelta y encuentro a docenas de aldeanos que nos rodean mirándonos en silencio.
[Hyaaah!]
Sorprendida, inmediatamente me alejo de Seiya. Entonces los aldeanos comienzan a hablar como si estuvieran esperando este momento.
[Héroe! Gracias, gracias por salvar nuestra aldea!]
[Muchas gracias por matar a ese demonio aterrador!]
Hombres y mujeres de todas las edades nos llenan de vítores y aplausos. Incluso puedo oír a algunas mujeres empezar a susurrar:
[Qué hombre tan magnifico…]
[Es muy alto y encantador…]
Las aldeanas parecen estar cautivadas por el buen aspecto de Seiya. Incluso hay alguien que nos da un regalo de su tienda.
[Hola! Me llamo Jaimie y me gano la vida vendiendo fruta. Por favor, toma esto! Espero que las disfruten!]
Con los labios enroscados hacia arriba (Sonrisa), acepto la fruta de color naranja del humilde joven de cabello castaño oscuro. En poco tiempo, un hombre ligeramente gordo empuja a través de la multitud, sonriendo de oreja a oreja.
[Permítame que me presente! Soy Graham, el alcalde de esta aldea! Me gustaría invitarlos a mi finca para una fiesta de bienvenida.]
[Una fiesta de bienvenida! ¿Qué piensas, Seiya? ¿Deberíamos ir?]
Le mostré una sonrisa, pero sacudió la cabeza.
[No. Aún queda trabajo por hacer.]
Wow! Qué héroe tan disciplinado es Seiya! Apuesto a que ya quiere ir a la siguiente ciudad para poder salvar el mundo. Estoy empezando a enamorarme de él!
Pero al estilo de Seiya, rápidamente traiciona esta noción. Desenvaina su espada y comienza a usarla como una escoba para barrer las cenizas del Demonio Mayor en un solo lugar.
[¿Qué… Qué estás haciendo?]
[Por si acaso.]
Seiya apunta con su mano izquierda a las cenizas, y luego dice…
[Fuego infernal!]
Un torrente de llamas sale de su mano, sorprendiéndome no sólo a mí sino también a los aldeanos. Incluso oigo algunos gritos, ‘Whoa! Está caliente!’ Deben haber quedado atrapados en las llamas abrasadoras. Todo mundo se aleja inmediatamente de Seiya.
Como si lo tomara como una señal, pone aún más poder en sus llamas.
[Fuego infernal… Fuego infernal… Fuego infernal… Fuego, fuego, fuego, fuego, fuego, fuego.]
Una gigantesca columna de llamas se alza en el centro de la ciudad mientras continúa casteando. Pero habiendo llegado ya a mi límite, grito:
[¿Qué crees que es esto? ¿Una especie de festival? Ya es suficiente!]
Pero Seiya no se detiene. Sigue quemando meticulosamente las cenizas.
Es una de los cuatro generales del Señor Demonio. Puede regenerarse si queda una sola célula! Debo reducirla a la nada!]
[S-Seiya, es suficiente! Además… mira a tu alrededor. Estás asustando a los aldeanos. Puede que sea una general del Señor Demonio, pero no hay forma de que regrese de eso.]
[… Eso debería bastar.]
El ataque mágico de Seiya finalmente llega a su fin.
Uf, se acabó…
… O eso creí. Seiya apunta con ambos brazos al polvo que queda.
[Es hora de acabar con esto… Ataque final: Infierno Máximo!]
Un estallido de llamas todopoderosas, aún más poderosas que Fuego Infernal, sale de sus manos y golpea el polvo fino como una serpiente golpea a su presa, culminando en una explosión catastrófica. Las devastadoras llamas queman la tierra, creando senderos de fuego a diez metros alrededor de las cenizas.
[¿Qué demonios crees que estás haciendo!?]
Olvidando momentáneamente que soy una diosa, pierdo la calma otra vez. Quiero decir, ¿Quién usa su ataque final sobre un montón de cenizas? ¿Está loco!? Tiene que haber algo mal en su cerebro!
…Por un segundo, pensé que era genial. Estaba tan emocionada que lo abracé. Casi me vi a mí misma enamorándome de él. Pero lo olvidé… Este tipo tiene un tornillo suelto.
La magia de explosión de alto nivel convierte a la aldea Edona en un paisaje infernal en llamas.
[P-Por favor, para! El fuego se está extendiendo a mi tienda!]
[Está caliente! Qué calor! Que alguien me ayude!]
[H-hey, ¡mira allí! La frutería de Jaimie está en llamas!]
Veo que el joven que nos dio algo de fruta está ahora rodando por el suelo en llamas, así que sacudo violentamente los hombros de Seiya.
[PARA, PARA! JAIMIE ESTÁ ARDIENDO!!]
Pero no se detiene. Dejé ir a Seiya —el Ifrit enloquecido— y me apresuré a ir a Jaimie. Soy capaz de apagar el fuego de su ropa con varios golpes. Luego le eché magia curativa en la espalda para tratar las quemaduras.
…Poco después, cuando termino de curar a Jaimie, me doy la vuelta y veo que Seiya sigue quemando las cenizas como si su vida dependiera de ello.
[SEIYA, PARAAAAA! ¿Cuánto tiempo más vas a seguir así1?]
Ignorando completamente mis gritos, Seiya mira la pequeña pila de ceniza como un halcón con su presa a la vista.
[No es suficiente! No puedo relajarme hasta que se haya ido por completo!]
Eventualmente, incluso el alcalde comienza a gritarle súplicas a Seiya.
[Por favor…. Por favor, vete! Deja esta aldea…! Te lo ruegooooooo!!]