Hero traitor V1 C6

Capítulo 6:

El día después de convertirse en el compañero de Arian, Shinichi, Arian y Celes tomaron una mesa en la taberna para discutir su plan de acción.

[Primero, necesitamos conseguirte un arma.], dijo Shinichi.

[¿Un arma?]

Arian ladeó la cabeza sorprendida mientras chupaba un caramelo. Shinichi le había dado algo porque sabía que una de las maneras más básicas de llegar al corazón de alguien era a través de su estómago.

[Sí, tu arma es demasiado débil comparada con tu fuerza.], afirmó.

[¿En serio?]

Arian sacó su espada de la vaina en su cadera y la miró fijamente.

Su espada de dos manos estaba forjada de hierro y la hoja era un poco más corta que una normal, para que la moviese en un denso bosque, pero gruesa para que pudiese soportar su fuerza. El instrumento era robusto pero pesado, con un filo pobre. En realidad, estaba más cerca de un palo delgado que de una espada de verdad.

[Has trabajado muy duro para ser fuerte, pero tú arma te retiene. Así que tenemos que conseguirte algo mejor.]

[Hmm, ahora que lo mencionas…], consideró Arian, consciente de la importancia de una buena arma por su experiencia en la lucha contra monstruos.

Hasta ahora, ella había pensado que mientras fuera lo suficientemente fuerte como para no romperse, cualquier arma estaba bien. Después de todo, ella era demasiado fuerte para haber experimentado una lucha crítica y no tenía realmente un apego a las cosas materiales.

[Serías mucho más fuerte si tuvieras una espada ligera y afilada.], concluyó Shinichi.

[Pero no estoy segura de que eso me haga más fuerte.], respondió Arian.

[Por eso eres una idiota!]

[¿Qué—!?]

Shinichi se cruzó de brazos con suficiencia y empezó a sermonear a Arian, que estaba confundida por su repentino arrebato.

[La fuerza es más que balancear tu espada para construir músculo o lanzar hechizos mágicos para aumentar tu poder mágico. La fuerza también consiste en tener las habilidades necesarias para reunir información y encontrar el equipo adecuado.]

[¿E-En serio?]

[Por ejemplo, oí que rasguñaste al Rey Demonio cuando peleaste con él.]

[Uh-huh.]

[¿Qué crees que hubiera pasado si hubieras usado una espada mágica que pudiera cortar cualquier cosa en vez de este pedazo de chatarra?]

[Um…]

[Sí, podrías haber ganado. O al menos, le habrías dado una buena pelea.]

Existe el dicho de que sólo un artesano pobre culpa a sus herramientas por su falta de habilidad, pero sería más exacto decir que un artesano experto sabe cómo elegir las herramientas correctas.

[Digamos que le das a un luchador no cualificado un arma excelente: no notarían la diferencia. Pero si te la diéramos, serías como un demonio con una palanqueta/Pata de Cabra.]

[S-Sí!]

Arian asintió, persuadida no por los dos modismos desconocidos sino por la asertividad de Shinichi.

[¿Tienes suficiente dinero para comprar una espada mágica?]

[¿Dinero? Bueno, tengo un poco ahorrado…], murmuró Arian en voz baja mientras el dueño de la taberna se acercaba con su comida y escuchaba su conversación.

Respondió con un breve suspiro.

[Hijo, ¿Tienes idea de cuánto cuesta una espada mágica?], preguntó duramente.

[En absoluto.], contestó Shinichi.

[La más barata que encontrarás es de unas mil piezas de oro.]

[¿Qu—!?]

Arian dejo salir un grito. El sueldo anual de un soldado era de quince monedas de oro.

[I-Incluso si buscara cada una de mis últimas monedas, no tendría ni cincuenta!], dijo.

[Entonces, eso no sirve.], dijo Shinichi a la ligera, mientras hacía algunos cálculos mentales.

¿Eso se convertiría en unos cien millones de yenes? Algunas katanas cuestan un par de miles de millones, así que supongo que tiene sentido. No creo que nos estén estafando ni nada.

Por otra parte, el valor de las obras de arte difiere del de los objetos de uso práctico. Su idea de la fijación de precios no se aplicaba a este mundo, por lo que no podía hacer ninguna generalización.

[De todos modos], continuó el dueño, [Ya no hay mucha gente que pueda hacer una espada mágica. Las espadas son tan raras que, aunque tuvieras el dinero, nadie querría renunciar a las suyas.]

[Oh, ¿En serio?], preguntó Shinichi.

[Quieres decir que no sabías nada de esto y que casualmente sugeriste conseguir una espada mágica.], preguntó el dueño, suspirando de nuevo con exasperación.

Shinichi sonrió y se rascó la cabeza mientras enviaba un mensaje telepático a la sirvienta que estaba junto a él, comiendo su oscuro pan sin preocuparse por el mundo.

(Celes, ¿Las espadas mágicas también son raras en el mundo demoníaco?)

(No, no particularmente. Los dvergr las hacen todos los días.), respondió.

(Ah, ya veo…)

(¿Viste la azada que usa Kalbi? Los dvergr también la hicieron.)

(¿Una azada mágica!? Oh hombre, quiero una!)

Shinichi insistió enérgicamente.

Lo que al mundo demoniaco le faltaba en calidad de alimentos, lo compensaron definitivamente con los avances tecnológicos.

(Pero los puños del Rey son mucho más fuertes que sus armas mágicas. No importa el esfuerzo que hagan los dvergr, sus armas terminan acumulando polvo en nuestro cobertizo.)

(Eso es muy triste…)

Shinichi sintió compasión de los dvergr, aunque aún no había conocido a ninguno de ellos. Al mismo tiempo, estaba entusiasmado, admirando cómo el entrenamiento podía conducir a una gran fuerza.

Gracias a su conversación, tuvo una idea para la siguiente parte de su plan.

[¿Qué debemos hacer? No tenemos tiempo para ganar mil monedas de oro…], murmuró con tristeza Arian.

[No te preocupes, tengo una buena idea!]

Shinichi sonrió dulcemente. Le dio un golpe en el hombro y le dijo: [He oído hablar de una espada enterrada en una cueva.]

[Ah, ¿En serio?]

[Sí, y escuché por casualidad la ubicación de la cueva. Está vigilada por un malvado guardián, así que nadie se atrevió a ir allí y hace tiempo que ha sido olvidada.]

[Wow, así que la espada mágica sigue ahí!]

Los ojos de Arian brillaban de emoción mientras se tragaba su historia.

[Lo que significa que tendremos que prepararnos para un viaje para conseguir la espada mágica.]

[Sí, dame un segundo y me prepararé.], dijo Arian antes de salir corriendo al segundo piso. Shinichi sonrió y la despidió con la mano mientras el dueño de la taberna observaba y suspiraba por tercera vez ese día.

[Hijo, cuando te vi por primera vez, pensé que eras un chico patético y flaco. Justo cuando pensaba que habías vencido a Lady Arian y unido fuerzas con ella, ¿Ahora te vas a una aventura salvaje por una espada mágica? Eres un tipo extraño.], observó el propietario.

[Extraño es mi segundo nombre.], contestó Shinichi.

[Déjate de tonterías. Y termina lo que hay en tu plato.]

El posadero golpeó a Shinichi en la cabeza con su bandeja. Shinichi, tímidamente, empezó a comer su fría sopa.

[… ¿Crees que se dio cuenta de nuestra mentira?], preguntó Shinichi.

[Sólo me preocupa que una chica inocente esté siendo engañada por un hombre despreciable.], dijo Celes.

[Entonces, no tienes de qué preocuparte…]

Shinichi añadió en voz baja esa última interjección para evitar que el dueño escuchase su conversación.

[¿Cuándo descubriste exactamente una cueva con una espada mágica?], preguntó Celes.

[Nunca. Me gustaría conocerla si exista.], respondió Shinichi.

[… ¿Qué?]

Una vez más, Celes se encontró incapaz de entender su significado. Su fría expresión carecía de emociones.

Shinichi respondió con una sonrisa familiar.

[No hay ninguna cueva. Vamos a hacer una. De hecho, vamos a hacer un dungeon desgarrador y espeluznante y hacer que la opinión de Arian sobre mí se dispare.]

[Uh-huh…]

Desconcertada por su explicación, Celes dejó de intentar pensar más en ello.

[Hoy hace buen tiempo! Es el día perfecto para un viaje!]

[Sí, hace casi demasiado calor.]

Juntos, los tres dejaron el Reino Boar después de comprar alimentos en conserva y otros suministros de viaje y se dirigieron hacia el oeste, hacia las montañas.

[Pareces más optimista de lo normal. ¿Estás ansiosa por conseguir esa espada mágica?], preguntó Shinichi.

[No es eso. Ha pasado mucho tiempo desde que salí de viaje con alguien, así que estoy muy emocionada.], respondió Arian.

[Ah…]

[¿Por qué me miras con lástima? Conozco a mucha gente ahora!]

[La forma en que dijiste ‘ahora’ y ‘conozco mucha gente’ realmente te hace sonar como una solitaria…]

[Ugh…]

Arian empezó a enfurruñarse, mientras Shinichi le daba una palmadita en el hombro compasivamente.

[¿Por qué te metes con ella? ¿Es para que puedas convertirla en tu esclava sexual?], preguntó una voz engreída.

(Esto no se va a terminar en alguna obscenidad!), Shinichi respondió a la pregunta telepática de Celes antes de consolar a la héroe.

[Bueno, ahora somos miembros del equipo y amigos, así que ya no estás sola.], dijo tranquilizadoramente.

[S-Sí…]

Arian se puso roja y miró hacia abajo mientras Shinichi agarraba su mano con indiferencia. Ella apretó su mano en respuesta como si fuera para comprobar su temperatura.

[……]

(Um, ¿Celes? Todo esto es por el Rey, sabes. Si no te importa, ¿Podrías dejar de mirarme fijamente?), preguntó Shinichi, incapaz de soportar su fría mirada. Ella suspiró y cambió de tema.

(Mencionaste que haríamos una cueva donde descansara una espada mágica. ¿Te importaría explicar cómo y por qué estás haciendo esto?)

(Ah, ¿Puedes conectarnos telepáticamente con el Rey para que pueda explicarlo?)

(¿Con el Rey? Un momento, por favor.)

A diferencia de Shinichi, Celes sólo se concentró durante diez segundos para ponerlos en la misma frecuencia mental que el Rey, a docenas de kilómetros de distancia.

(Celes, Shinichi, ¿Cómo van las cosas?)

(Están progresando. Todavía estamos en medio de la preparación para atraer a la héroe a traicionar a la humanidad.), Shinichi explicó su estrategia para acercarse a Arian antes de persuadirla de que abandonara la lucha contra ellos.

(Como parte de esa estrategia, nos dirigimos a la ladera oeste de la montaña. Quiero que uses tu magia para tallar una cueva y poner una espada mágica de repuesto ahí.)

(Hmm, puedo hacer eso.)

El Rey explicó que solía excavar montañas en llanuras planas como parte de su entrenamiento. Habló con indiferencia de sus actos aterradores como si no fueran nada especial antes de preguntar:

(¿No hará eso que la héroe sea más fuerte?)

(La espada no necesita ser tan fuerte como para ser una amenaza para ti. Sólo tiene que ser mejor que una de hierro. Quiero decir, la espada está ahí para atraer a la héroe y cambiar nuestra dinámica de poder para que parezca que dependemos de ella. La verdadera estrategia está en la ‘trampa’ en la cueva misma.)

(Ha, cuéntame más.)

Se rio el Rey, sabiendo que Shinichi tenía otro plan moralmente cuestionable.

La sonrisa interna de Shinichi se amplió cuando explicó:

(Quiero que Arian caiga en una trampa en una situación comprometida. Entonces vendré y la salvaré galantemente, y ella estará, umm, durmiendo conmigo. Básicamente, está destinada a enamorarse de mí.)

En realidad, era un fenómeno llamado ‘distribución errónea de excitación’, en el que una persona confunde un corazón acelerado por el miedo con el palpitante sentimiento del amor.

(¿Realmente crees que saldrá tan bien?), preguntó el Rey, incrédulo.

(Bueno, puede que vaya un poco lejos decir que se enamorará de mí, pero es más probable que escuche a alguien que le salvó la vida, ¿Verdad?)

Esto probablemente tendría un efecto enorme en una persona honesta como Arian. Como prueba, Shinichi dejó en pausa su reunión telepática para entablar una conversación con la chica a su lado.

[Por cierto, ¿Fue ese obispo quien te invitó a convertirte en una héroe?]

[Sí. Todo fue gracias al Obispo Hube que recibí la bendición de la Diosa.]

[¿Sí?]

[Incluso después de convertirme en una héroe, siempre me está cuidando, invitándome a cenar. Es una gran persona. Siempre he pensado que esto es lo que se siente al tener a tu padre cerca, hee-hee.]

[Oh, eso es muy amable de su parte.]

[Sí! Por eso tengo que trabajar muy duro para derrotar al Rey Demonio por el bien del obispo.]

[Sí.]

Shinichi volvió a su conversación con el Rey, mientras que ocasionalmente interponía una respuesta poco entusiasta a su intercambio con Arian.

(Como acabas de ver, Arian se siente fácilmente en deuda con los demás. Pero necesita sentirse más en deuda conmigo que con el obispo. De lo contrario, cualquier intento de persuadirla fracasará.)

(Lo entiendo, pero…), empezó Celes.

(Si no me equivoco, parece que el obispo o quien sea apenas ha hecho algo por ella.) El Rey terminó el pensamiento de Celes. Él tenía razón: El obispo Hube no había hecho nada importante.

Todo lo que hizo el obispo fue invitarla a recibir su bendición. Tuvo éxito gracias a su propia habilidad y personalidad. Además, probablemente tenía un motivo oculto — obtener control sobre un peón muy poderoso. En cuanto a cuidarla en cada oportunidad y llevarla a comer, bueno, es obvio que este hombre de mediana edad tenía deseos groseros de tener una linda jovencita. Si hubiera estado en Japón, alguien habría llamado a la policía.

(Esta héroe es… lo que se podría llamar… simple. Ya sabes. Ingenua.), dijo Celes.

(Sí, estoy de acuerdo…), dijo Shinichi.

Como su enemigo, estaba agradecido por la ingenuidad de Arian, si no me preocupara ligeramente por su futuro.

(De todos modos, ¿Qué tipo de trampa tienes en mente?), preguntó el Rey.

(Bueno, creo que sería más conveniente si los dos estuviéramos solos…), comenzó Shinichi. No había olvidado su conversación con la héroe, cuya mano todavía sostenía, y dijo: [Sabes, me siento muy seguro cuando estoy contigo.]

[Oh, ¿E-En serio?]

[Creo que eres la primera persona con la que he sido capaz de relajarme.]

[¿Sí?]

[Estoy muy contenta de que nos hayamos convertido en compañeros de equipo, no — amigos.]

[Hee-hee-hee, también me alegra que seamos amigos!]

A Arian no le importaba el respeto, la responsabilidad, o ser tratada como una héroe. Como solitaria, quería amistad: Era tentador como el néctar, mucho más dulce que el caramelo que Shinichi le había dado y mucho más difícil de resistir.

(…estás muy enfermo,) dijo Celes tan silenciosamente que ninguno pudo oírla.

Shinichi estaba demasiado preocupado por su conversación con el Rey Demonio que ni vio ni se preguntó qué tipo de expresión hacía ella mientras decía eso.

[Ah, aquí está. La cueva que contiene la espada mágica.]

Después de acampar en el bosque durante la noche, los tres finalmente llegaron a un gran agujero en la ladera de una montaña.

[¿Esto está? Parece algo nueva…], dijo Arian, inclinando la cabeza hacia un lado con escepticismo. La cueva parecía haber sido tallada a la fuerza en uno o dos días. Prácticamente no había musgo en las rocas desnudas.

[Creo que todo está en tu cabeza. De todos modos, vamos.], sugirió Shinichi.

[Sí!]

Arian olvidó sus preocupaciones cuando su nuevo amigo la empujó hacia adelante, mano a mano. Entraron en el agujero oscuro.

[Por favor, tengan cuidado al caminar.], dijo Celes, siguiendo a los dos y lanzando un hechizo de Luz.

[Es la primera vez que exploro una cueva.], exclamó Arian.

[¿En serio? ¿No te ganabas la vida cazando monstruos? Pensé que habrías derrotado a monstruos que dormían en cuevas y les habrías quitado el botín o algo así.], contestó Shinichi.

[No soy una ladrona! Sólo luché contra monstruos que se acercaban a la civilización o nos amenazaban. Además, no hay muchos de ellos.]

Ella continuó explicando que los monstruos son animales mutantes que absorben el poder mágico, pero que son intelectualmente iguales a los animales normales. En consecuencia, no tenían exactamente grandes tesoros o botines que los humanos pudieran querer.

[Sí, pero eres muy fuerte! ¿Nunca soñaste con derrotar un dragón y hacerte super rica o algo así?], preguntó Shinichi.

Según Celes, los dragones eran tan fuertes como el Rey, si no más fuertes. No eran criaturas que pudieran ser fácilmente derrotadas, pero sería una tarea que valdría la pena intentar para uno de los héroes de la Diosa. Al menos, eso es lo que Shinichi pensaba. No quiso decir nada más que usar esto como tema de conversación, pero—

[…supongo,] dijo Arian vagamente, repentinamente su rostro una expresión sombría cubrió su rostro.

[¿Huh? ¿Dije algo ofensivo?], le susurró Shinichi a Celes.

[¿Quizás le teme a los reptiles?] Celes respondió sin mucha convicción.

Se miraron el uno al otro, sin saber lo que estaba mal.

Arian se esforzó mucho para ocultar sus verdaderos sentimientos y exclamó: [Ah, veo algo!]

Bloqueando su camino hacia delante había una puerta desigual tallada en piedra. En él, había un mensaje tallado en términos coloquiales, para que Arian también pudiera entenderlo.

—UN HOMBRE Y UNA MUJER JUNTOS PUEDEN ENTRAR—

[¿Qué es esto?], preguntó Arian.

El mensaje era un truco para que los dos estuvieran solos. Shinichi sólo podría hacer su actuación para salvar a Arian si Celes no estuviera allí. Pero Arian no lo sabía.

[Realmente no sé. Pero parece que sólo pueden entrar dos personas. Celes, lo lamento, pero ¿Podrías esperar aquí?] preguntó Shinichi.

[Como desees.]

Celes dijo su línea perfectamente. Habían practicado de antemano.

Después de este intercambio, Shinichi tomó la mano de Arian y puso una mano en la puerta de piedra.

[Muy bien, vamos.], dijo.

[Sí.], contestó Arian un poco a regañadientes. Ella casi dijo: ‘Sabes, todo esto parece una ceremonia de boda’, pero se puso de color rojo brillante y mantuvo la boca cerrada mientras ponía la mano en la puerta de piedra.

Cuando ambas palmas estaban en la pesada puerta de piedra, se abrió, y en el momento en que pasaron por la entrada, la puerta se cerró tras ellos sin hacer ruido.

(¿Cómo funciona esta puerta?), preguntó Shinichi dentro de su cabeza.

(Usando mi magia, obviamente.)

Como creador de la cueva, el Rey respondió a su pregunta.

(No hago herramientas mágicas, y los dvergr no tuvieron tiempo de ayudarme, así que estoy usando Telequinesis.) (NT: No sé si lo explique antes, pero ‘Dverg’ es otra manera de llamar a los enanos…)

(Así que una puerta automática manual), bromeó Shinichi, fingiendo moverse con cautela mientras permanecía intrigado por esta puerta de alta y baja tecnología al mismo tiempo. Pasó a la siguiente pregunta: (¿Qué es exactamente lo que pusiste aquí?)

Todo lo que Shinichi le había pedido al Rey era que pusiera algo que pusiera a Arian en una situación difícil, así que ni siquiera conocía los detalles. Pero el Rey se rio, negándose a contestar.

(Voy a guardarlo como una sorpresa hasta que lo veas.)

(De acuerdo, no preguntaré más. Pero es algo que puedo derrotar, ¿Verdad?)

(…Oh.)

(Espera, ¿Qué quieres decir con ‘oh’?)

Repentinamente, Shinichi estaba muy inquieto, pero ahora no había tiempo para modificar el plan. Acababan de llegar a su destino final.

[Mira, creo que es el fondo!], exclamó Arian.

El estrecho sendero frente a ellos conducía a un espacio abierto con una sola espada en medio de todo. La espada brillaba con la misma luz deslumbrante que la sagrada Excalibur, que escogió a Altria como rey. Incluso desde lejos, podían ver que era una espada muy elegante.

[Qué increíble! La espada realmente existe.], gritó Arian emocionada, corriendo sola hacia la espada y sujetándola apresuradamente por el mango.

En el momento en que lo hizo, una viscosidad negra y semitranslúcida cayó desde arriba y se la tragó entera.

[Ng… gah—!]

Ella fue sacudida por su repentina aparición, luchando frenéticamente para escapar de la sustancia viscosa, pero con cada movimiento que hacía, se tambaleaba en la dirección opuesta. Estaba deseando atraparla.

[¿Un slime!?], gritó Shinichi.

[El peor tipo, llamado Slime glotón. Tuve algunos problemas después de quedarme atrapado en uno en mis años de juventud.], dijo el Rey en su mente.

[¿Es este realmente el momento de tener una charla!?], gritó Shinichi, respondiendo accidentalmente al Rey en voz alta. La viscosidad negra —el llamado slime glotón— empezaba a disolver su presa delante de él.

Pero por alguna razón, empezó con su ropa.

[De ninguna manera, ¿Slime play*? Bien! De acuerdo! Buen trabajo!] (NT: Una especie de juego previo, pero con un Slime… típico en casi todo anime isekai.)

[Ga, gabobbbbb—! (No mires—!)]

Estaba viendo una de sus tres fantasías eróticas más importantes desarrollarse justo delante de él. Shinichi olvidó momentáneamente dónde estaba y qué se suponía que debía hacer. Incluso levanto su pulgar…

Pero no podía perder más tiempo. Esta podría ser una fantasía suya, pero definitivamente no quería ver cómo su piel, sus músculos y sus órganos internos comenzaban a desintegrarse ante sus ojos. Esa sería la forma más aterradora de morir.

[Resiste, te salvaré!], gritó Shinichi, desenvainando su espada y cortando la viscosidad con todas sus fuerzas. Tuvo cuidado de no golpear a Arian, pero sintió como si estuviera cortando a través del agua.

El slime no tenía mucha tensión superficial. Por un momento, su cuerpo pareció como si hubiera sido abierto, pero rápidamente volvió a su forma original. Es más, la punta de la espada comenzó a derretirse, como si estuviera empapada en ácido.

[Mierda, esta cosa es realmente fuerte! ¿Qué demonios!?]

Por supuesto que era fuerte. El mismo slime glotón le había dado al joven Rey Demonio una dura lucha, porque los ataques físicos no eran efectivos contra su cuerpo líquido. La sustancia viscosa se apresuró a succionar a su oponente. Le recordaba al shoggoth en la mitología Cthulhu —el slime original— que era extremadamente impredecible y peligroso.

[¿Cómo te las arreglaste para derrotar a esta cosa?], preguntó Shinichi telepáticamente.

[Lance el hechizo de ‘Self-Burning*’ mientras estaba dentro, el cual lo quemó.] (NT: Auto-Quemarse)

[Fuego, por supuesto. Oh, pero la cantidad de fuego que puedo conjurar es…]

Aunque Shinichi era un usuario intermedio de magia gracias a sus sucios trucos, era dudoso que fuera capaz de quemar el enorme slime, de casi tres metros de diámetro.

Lo único que puedo hacer para vencer al slime de una manera que no lastime a Arian… es esto! Shinichi de repente tuvo una idea. Reuniendo su magia en su mano derecha y tocando un lado de su cabeza, evocó la imagen en su mente.

[Search!] (NT: Buscar.)

El cerebro a menudo retenía información residual de recuerdos lejanos y olvidados durante mucho tiempo. En circunstancias normales, no podrías encontrarlos en el mar de otros recuerdos, pero su hechizo buscaba la información que necesitaba.

[Augh… Lo tengo.], dijo Shinichi, riendo a través de la inmensa carga física y psicológica que el hechizo puso en su cerebro.

Sus armas más grandes fueron sus pensamientos retorcidos y el vasto conocimiento de un ciudadano japonés del siglo XXI. Fortaleció su imagen mental, y la magia le dio vida.

Shinichi agarró la bolsa en su cintura, vertiendo todo su poder mágico en ella.

[(C3H3NaO2)n*, trágatelo todo, devora todo! Conversión de Elementos!] (NT: Poliacrilato de sodio, un elemento capaz de absorber grandes cantidades de agua.)

Toda la comida y la medicina en la bolsa se convirtieron en partículas transparentes, que Shinichi arrojó al slime. La bolsa fue absorbida bruscamente por la gran pila de sustancia viscosa.

Pero su cuerpo líquido se encogió rápidamente cuando las partículas transparentes lo tocaron.

[Ugh… gah, gah—!]

Arian se liberó repentinamente, escupiendo líquido transparente mientras veía cómo se hacía más y más pequeño, y finalmente se endurecía hasta adquirir una consistencia arcillosa.

[Es el material utilizado en los pañales — un polímero absorbente, capaz de absorber miles de veces más agua que su propia masa— algo que no se puede entender.], explicó Shinichi con suficiencia mientras su espada cortaba al slime. Perdió su suavidad, que lo había hecho impermeable a los ataques físicos, y fue incapaz de resistir un golpe de una hoja parcialmente derretida. Su frágil cuerpo se desmoronó y no se movió más.

[Increíble — pensar que había una forma de derrotarlo.], aplaudió el Rey.

[Nunca pensé que llegaría el día en que derrotaría a un slime con pañales.]

Shinichi sonrió irónicamente en respuesta a la alabanza del Rey mientras miraba sus restos.

[Aunque no pensé que sería tan efectivo. ¿Los objetos hechos con magia tienen capacidades mejoradas?]

Su fruta mágica era más dulce de lo imaginado. Las granadas de gas lacrimógeno y aturdidor que usó para derrotar a Arian, así como la esencia de vainilla, fueron más efectivas que sus contrapartes de la vida real, tal vez debido a la imaginación de Shinichi y su poder mágico.

[Odio decir esto después de todo, pero la magia da un poco de miedo…], confió en su cabeza.

[No estás acostumbrado a usarla.]

[Eso estaría bien si es… Ah, mierda.]

Shinichi se había concentrado tanto hablando con el Rey que se había olvidado de ir a ver a Arian. Lo hizo en pánico.

[¿Estás bien!?]

[Gah… Sí, gracias, Shinichi. Te debo la vida.], respondió ella, mirándolo con una sonrisa alegre, incluso cuando estaba atrapada por los ataques de tos y lágrimas salían de sus ojos.

Shinichi le devolvió la sonrisa.

[No, gracias.]

[¿Huh? …Ah.], dijo Arian, notando que Shinichi estaba muy alegre — mirando su cuerpo.

El slime pervertido había disuelto la mayor parte de su ropa y más de la mitad de su ropa interior. Estaba casi completamente desnuda.

[Aaaaah—!]

Arian repentinamente emitió un chillido de oreja a oreja mientras trataba de cubrirse.

Se enroscó en una bola y usó ambas manos para cubrir su cuerpo. Ella evito que pudiera mirar su… cuello.

¿Hmm? ¿Qué fue eso…?

No trató de cubrirse el pecho o la ingle (entrepierna), lo que atrajo la atención hacia otra cosa.

Shinichi había visto brevemente algo inexplicable y usó el hechizo ‘Search’ para volver a reproducir la imagen en su mente. Después, inclinó la cabeza hacia un lado.

[Arian, um—]

[No mires, no mires—!], gritó Arian, llorando y gritando como una niña ante los intentos de Shinichi de hablar con ella. Ella seguía hablando para que él no pudiera decir ni una palabra.

[Esto es malo. Déjame—], comenzó.

[¿—Morir para expiar tus pecados?]

Resonó una repentina voz detrás de Shinichi, sorprendiéndolo. Su tono era tan frío que sus alrededores podían congelarse.

[Ah! ¿C-Celes?], preguntó Shinichi.

Detrás de él estaba la sirvienta que debía esperar junto a la puerta de piedra. Su normalmente inexpresiva cara fue reemplazada por una maravillosa sonrisa mientras miraba al nervioso Shinichi y a la desnuda Arian.

[Estabas tardando un rato, y oí un grito. Naturalmente, estaba preocupada y vine a ver cómo estabas. Pero parece que he interrumpido tu diversión.]

[No, puedo explicarlo! No he hecho nada inapropiado, ¿Verdad?]

Shinichi rogó desesperadamente a Arian que lo ayudase a escapar de la asesina sirvienta.

[Lo vio. Lo vio, ¿Cierto…?], susurró Arian repetidamente.

(Bueno, debo volver a casa para leerle a Rino un libro ilustrado.)

La víctima sólo pudo emitir un gemido en voz baja, y su testigo lo abandonó cruelmente.

(Hey! Espera un momento!), empezó Shinichi. Quería gritarle al Rey: ‘Fue idea tuya usar el slime!’ Pero la sirvienta le clavó las uñas en el hombro sin piedad.

[¿Tienes algo que decir?], preguntó tímidamente.

[… Sólo una cosa, si no fuera demasiada molestia.], dijo Shinichi.

[Adelante.]

Ella lo miró expectante con una fría sonrisa.

Shinichi la sujeto por los hombros mientras le proclamaba con una expresión seria: [Realmente prefiero las tetas grandes.]

[Lo sé, enfermo bastardo.], dijo ella, levantando la rodilla para darle una patada en las pelotas. No fue lo suficientemente ruda como para aplastarlas, pero sí lo suficientemente doloroso como para que no fuera capaz de hacer un sonido en respuesta.

El chico no tenía tanta experiencia o perversión para pensar en agradecer a su dominatriz*. (NT: Forma sexual de referirse a la persona dominante en una relación.)

Finalmente, Shinichi pudo aclarar los malentendidos de Celes, y los tres llevaron lo que quedaba de la espada mágica al Reino Boar.

[Ah, estoy seriamente golpeado.], dijo Shinichi después de regresar a su habitación en la posada. Estaba más agotado mentalmente que físicamente, y se arrojó a la cama.

Su mente se alejó para pensar en Arian, quien parecía temerosa de hablar con él desde el incidente del slime.

[No creo que me odie, pero…]

Se encontraban con algunos obstáculos inesperados, pero su estrategia ‘Ba-dum! Distribución errónea de excitación’ tuvo éxito. De hecho, al momento en que él sacó a Arian del slime, ella mostró gratitud y pareció quererlo. El problema era que la había visto desnuda. Era normal estar avergonzada, pero era un poco extraño que ella siguiera negándose a hablar con él.

La razón por la que llevaba una expresión oscura y fría era—

*Knock Knock*

[Shinichi, ¿Tienes un minuto?]

Hablando del diablo. Arian vino justo cuando pensaba en ella, haciéndolo saltar de la cama para abrir la puerta.

[Claro, pasa.]

[Bien, gracias…], dijo Arian, dudando unos momentos antes de entrar lentamente. Su cara mostraba resolución, como si fuese una soldado normal enfrentándose al Rey Demonio.

[No hay sillas, pero ponte cómoda en la cama.], invitó Shinichi.

[Bien…]

Arian se sentó en la cama según las instrucciones. Shinichi se sentó junto a ella.

Ella estaba en una situación en la que él podía básicamente empujarse encima de ella y ella estaba completamente indefensa, pero ella no tenía la capacidad mental para darse cuenta.

[Um, Shinichi.]

[¿Sí?]

[Sabes, mi… lo viste, ¿Cierto?]

No se atrevía a decir lo que era. Ella se aferraba a la pequeña esperanza de que él no la hubiera visto, y ella sólo respondía con una broma sobre cómo él había mirado su cuerpo desnudo.

Shinichi podía ver todas sus emociones. Con esto en mente, decidió decírselo de una manera directa, en lugar de andar con rodeos.

[Vi esa cosa en la base de tu cuello.], dijo, señalando aquello oculto por su bufanda roja.

Su cara se puso pálida y empezó a temblar como una prisionera que acababa de recibir una sentencia de muerte. Su expresión era una resignada al deshacerse de su bufanda.

Basado en la blancura y esbeltez de su cuello, uno nunca hubiera podido adivinar que era capaz de herir al Rey Demonio. Justo en el centro —cerca de la ubicación de la manzana de Adán en un hombre— había fragmentos en pulcros pentágonos con el brillo carmesí de la sangre.

Tenía escamas en la garganta.

[Siento haberte engañado. Esta es mi verdadera forma.]

[¿Son escamas de dragón?], preguntó Shinichi.

Ella asintió al borde de las lágrimas, disculpándose.

[Soy una humana con sangre de dragón. Me dijeron que soy mitad dragón.], dijo ella insegura.

Nunca conoció a su padre. Sus primeros recuerdos incluyeron haber sido criada por su madre, viajar de pueblo en pueblo y vivir la vida viajando.

[Si alguien sospechaba o se enteraba de mi escama, ya no podíamos vivir allí. Siempre estábamos viajando, pero a mi madre le pasó factura, y hace tres años…]

Su propia madre había estado firmemente en contra de recibir tratamiento o de pedir la resurrección de la iglesia de la Diosa. De todos modos, no tenían el dinero, pero parecía haber una razón personal mayor. Incluso ahora, el corazón de Arian le dolía porque su madre se negaba a decirle el por qué.

[Ya veo.], dijo Shinichi. Como también entendía lo difícil que era perder a alguien, todo lo que podía hacer era asentir con la cabeza.

[Asumí el trabajo de luchar contra los monstruos para sobrevivir. Mi cuerpo es bastante fuerte gracias a la sangre de dragón.], relató Arian, con una sonrisa débil. No hace falta decir que esta tarea era insegura para una niña de doce o trece años en ese momento.

[Todos estaban felices cuando derroté a un monstruo. Me lo agradecerían, los niños me darían flores y las ancianas me darían sopa.]

[Pareces ser el tipo de persona que les gustaría a los niños y a los ancianos.], dijo Shinichi. Arian volvió a sonreír brevemente, pero la expresión de su cara fue rápidamente reemplazada por una mirada oscura.

[Había casi la misma cantidad de gente que me tenía miedo.]

Debe haber sido un infierno para ella escuchar a otros ridiculizarla de manera despiadada. Todo esto fue porque Arian podía fácilmente derrotar monstruos contra los que una persona normal no tenía ninguna oportunidad. ¿Qué les pasaría si ella volviera su espada contra ellos? Incluso un niño podría adivinar el resultado.

[Por eso no pude vivir en un lugar por mucho tiempo, y seguí viajando.]

Estaba en problemas si alguien se enteraba de su verdadera forma, y su fuente de ingresos desapareció una vez que derrotó a los monstruos de la zona.

[Y luego, hace un año, vine al Reino Boar, donde el obispo se me acercó.]

Y preguntó si quería convertirse en la héroe de la Diosa.

Al principio, se negó inmediatamente. Pensó que no había manera de que la Diosa diera su bendición a una mitad dragón, un monstruo mestizo. Pero—

[Pensé que si me convertía en una héroe, incluso alguien como yo podría ser aceptada por todos y vivir aquí…]

De hecho, cuando se convirtió en una héroe, el número de personas que la miraban con temor disminuyó dramáticamente. Fue para mostrar el poder absoluto de su nuevo estatus y la bendición de la venerada Diosa.

[Pero al final, sigo siendo un monstruo. Lo había olvidado, me dejé llevar cuando entré a formar parte de un grupo, cuando hice amigos… Lo siento.], se disculpó Arian, bajando la cabeza con remordimiento.

Su alegría normal era sólo una fanfarronada vacía para cubrir sus debilidades. Su fuerte sentido de la justicia era una expresión de su deseo adolescente de ser aceptada por alguien, por cualquiera.

Cuando Shinichi vio su verdadero carácter, pensó—

[Es curioso que también tengas la costumbre de inclinar la cabeza cuando te disculpas. Qué extraña coincidencia.]

—Algo tan trivial como esto.

[… ¿Qué?], preguntó Arian, sin entender realmente lo que acababa de decir.

Shinichi inclinó la cabeza, confundido.

[Entiendo toda esa historia que te lleva a convertirte en héroe, pero ¿Por qué suena como si estuvieras aquí para despedirte por última vez?]

[Como dije, soy mitad dragón y—]

[No entiendo.], dijo Shinichi, interrumpiendo a Arian, mientras ella frenéticamente empezaba a decir lo mismo otra vez.

[Imagínate ser un héroe con sangre de dragón! Eso es súper genial!]

Habló estas palabras desde el fondo de su corazón, pero por alguna razón, el aire en la habitación se enfrió.

[… ¿Hablas en serio?], preguntó Arian, incapaz de creer lo que acaba de decir. Su cara estaba teñida de ira, no de exasperación.

[Sí, muy en serio. Un héroe y un dragón, una existencia que une los poderes del bien y del mal! Oh, no hay nada más poético que eso!]

Sí, este era un tropo clásico, y sí, podría haber sido ridiculizado por ser un geek, pero era un clásico que trasciende generaciones. Lo que es genial, es genial. No se puede discutir con eso.

Arian no pudo evitar gritarle a Shinichi.

[Eres un mentiroso! Tengo las escamas de un dragón malvado! Soy una bestia, no diferente de los monstruos o demonios. Soy asquerosa!]

[Oh, es cierto,], dijo Shinichi, finalmente recordando la conversación que había tenido en la iglesia al ver a Arian ponerse cada vez más terca y enojada.

La sacerdotisa había dicho que los dragones eran criaturas malvadas por matar a los dioses. Eran temidos y odiados tanto como los demonios, si no más. Era probable que una persona con sangre de dragón fuera vista de la misma manera. Pero este fue uno de los muchos casos en los que la sensibilidad de Shinichi no pareció coincidir con su visión del mundo.

[¿Ves? Estás pensando que es asqueroso, ¿Cierto?], pretendió Arian con lágrimas en los ojos.

[No, para nada.]

Shinichi sacudió su cabeza en respuesta.

Volvió a mirar su cuello. Sentía que algo estaba fuera de lugar, sólo porque no estaba acostumbrado a verlo. Pero no sintió ni una pizca de asco. Nació en Japón, la capital mundial del porno, donde las mujeres serpiente y las mujeres araña eran vistas con deseo sexual. Era insultante insinuar que retrocedería con asco ante algo tan minúsculo como unas pocas escamas. (NT: Estas enfermo amigo.jpg)

[Sí, quiero decir, definitivamente son escamas. Pero no tienen un brillo asqueroso ni nada. Con toda honestidad, son como pequeñas joyas centelleantes. Son algo bonitas.]

[¿B-bonitas!? Ni siquiera bromees sobre algo así!]

[Hablo en serio. Sólo he estado diciendo la verdad.], dijo Shinichi.

Bueno, él era un estafador, estaba cómodo con mentir casualmente para lograr sus metas, pero no era tan cruel como para mentirle a una chica sobre una preocupación genuina suya. Además, él no era un artista del ligue y definitivamente no tenía las habilidades para manipular a las mujeres de esa manera.

Aunque todo eso era cierto, Arian se negó obstinadamente a creerle.

[Si realmente piensas eso, adelante! Tócalos!] —dijo Arian, pensando que ella le estaba llamando la atención y que él los encontraría demasiado asquerosos. Pero casi inmediatamente, se demostró que estaba equivocada.

[Uh, ¿En serio puedo?] — preguntó Shinichi con obvia curiosidad.

Su cara estaba irradiando deleite mientras extendía su mano para tocar su cuello, y acarició suavemente las escamas rojas, duras, lisas y un poco más frías que la piel que las rodeaba.

[Son muy diferentes de las escamas de una serpiente o un pez, ¿Cierto? No se sienten asquerosas ni viscosas en absoluto.]

[Ah…]

[Me pregunto si están hechas de piel queratinizada como uñas. O tal vez es como el esmalte dental. O tal vez similar al hueso y hecho de calcio… Fascinante.]

[Ngh… aahhh!]

Las mejillas de Arian se sonrojaron, y ella emitió un pequeño y sofocado grito.

Shinichi finalmente se dio cuenta de que se había dejado llevar por su curiosidad y estaba pasando sus dedos por encima de sus escamas.

[Lo siento. ¿Te hice daño?] — preguntó.

[N-No, estoy bien.] Arian recuperó la compostura cuando le quitó la mano, pero sus ojos persiguieron sus dedos con tristeza.

[De todos modos, ahora me crees, ¿Verdad?]

A Shinichi no le importaba que fuera mitad dragón. Esperaba que sus acciones lo hubieran demostrado, pero Arian agitó la cabeza descontenta.

[No, probablemente podrías fingir todo esto…] — dijo ella.

[¿Entonces qué debo hacer para probarlo?]

[… Lámelas.]

[¿Qué?]

[… Lame mis escamas con tu lengua.]

Ella básicamente le estaba diciendo que le besara el cuello.

[¿Hablas en serio?] — preguntó Shinichi. Sus ojos se abrieron de par en par ante su repentina petición, pero Arian pareció haber asumido lo peor, ya que su expresión volvió a nublarse.

[No puedes hacerlo. Realmente crees que son asquerosas…]

[No, no es eso.] — dijo Shinichi, aún confundido.

[Entonces lamelas!] — me suplicó. Lágrimas empezaron a brotar en las esquinas de sus ojos.

En cierto modo, esta situación era casi demasiado buena para ser verdad, pero la cabeza de Shinichi no estaba llena de emoción. Estaba llena de confusión.

¿Qué demo—? ¿Tienen alguna misteriosa costumbre de lamer cuellos para demostrar sinceridad?

No había ningún tipo de costumbre.

De hecho, lo propuso por la alegría de que Shinichi tocara sus escamas — el símbolo de la detestable línea de sangre dragón y la causa de su tormento psicológico. Al mismo tiempo, lo dijo por terquedad y frustración hacia Shinichi por tratar su dolor y trauma con tanta ligereza.

Oh, vamos. Madura… Shinichi suspiró internamente.

Sopesó su propio sentimiento de vergüenza contra los diversos problemas que podrían surgir si se negara. Luchó consigo mismo un poco antes de acercar el pequeño cuerpo de Arian al suyo.

[Ah…]

[Eres mucho más ruda de lo que esperaba.] — dijo antes de chuparle el cuello como un vampiro sediento de sangre.

[Ah, ahhh!]

El cuerpo de Arian tembló como si hubiera sido golpeada por un choque eléctrico en el momento en que la lengua de Shinichi pasó sobre sus duras escamas. Shinichi pensó que ya no había vuelta atrás y se obligó a seguir adelante, mientras su lengua bailaba sobre su cuello.

*Lap, lappa, shuupa*

[—Gh!]

[… Un poco salado.] — dijo Shinichi, separo sus labios cuando Arian comenzó a temblar en convulsiones más grandes.

[Ahh, ahh…]

Mientras Arian miraba a Shinichi con ojos extasiados, sus mejillas estaban sonrojadas, y respiraba pesadamente. No había rastro de una chica y su entusiasmo infantil habitual. En su lugar, estaba el rostro de una joven apasionada.

[Shinichi…]

Cuando dijo su nombre, su voz era más dulce que la del caramelo que había conjurado con magia. Le revolvía el cerebro y asfixiaba cualquier semblanza de pensamiento racional.

[……]

Shinichi la empujó a la cama sin decir palabra alguna, y se quedó en silencio mientras cerraba los ojos. Sus rostros se acercaron, y esta vez, sus labios se movieron de sus escamas a—

*Knock, knock*

[Lord Shinichi, ¿Tiene un momento?]

[¿Ah!?]

Justo antes de que sus rostros se tocaran, fueron interrumpidos por una visita de la sirvienta.

[¿Qué debemos hacer?] — gritó Arian, histérica.

[Cálmate, no estábamos haciendo nada inapropiado… Ah, no, sí, lo estábamos.] — dijo Shinichi en pánico.

[¿Hola? Estás haciendo mucho ruido. Voy a asumir que puedo entrar.] — dijo Celes desde afuera de la puerta.

Los dos se alejaron el uno del otro en un comienzo, y la manija de la puerta se giró lentamente como para hacerlos retroceder hacia una esquina.

[Ah, uh… lo siento!] — dijo Arian cuando de repente abrió la ventana. Antes de que Shinichi pudiera detenerla, saltó.

[Espera! Estamos en el segundo piso!]

[Looooo SIentoooooooo!]

Parecía que sus preocupaciones eran en vano. La héroe de la Diosa hizo un aterrizaje perfecto y salió corriendo más rápido que un caballo, mientras gritaba lo suficientemente fuerte como para despertar a todo el vecindario.

[No tenías que huir así…]

[¿Es eso a lo que llaman el corazón sensible de una joven doncella?]

Una mano se extendió junto a Shinichi para cerrar la ventana. Pertenecía a Celes, que había logrado entrar en la habitación en algún momento.

Fue a cerrar la puerta con llave y cantó un hechizo de Silencio, una contramedida de insonorización para cubrir el suelo y las paredes, haciendo que la habitación fuera totalmente segura. También significaba que no se oirían gritos ni pedidos de ayuda fuera de la habitación, independientemente de sus métodos de tortura.

[Sabes lo que me gustaría decir, ¿Verdad?] — preguntó Celes. Sus ojos dorados eran más duros y fríos que el acero, y su expresión decía que ella sabía todo sobre su pequeño romance con Arian. No aceptaría mentiras ni engaños.

[Estabas mirando con un hechizo de clarividencia, ¿Cierto…?]

[Por supuesto. Es mi deber vigilarte y protegerte.]

Tenía sentido, ya que había una pequeña posibilidad de que Arian hubiera herido a Shinichi para evitar que su secreto saliera a la luz.

[Pero no es parte de mi deber ser forzada a verte a ti y a esa hembra copular. Esto es acoso sexual.]

[Espera un segundo, no íbamos a copular ni nada…]

[¿Puedes realmente, absolutamente, realmente decir que no iba a suceder?]

[……]

Shinichi apartó la vista, sin decir nada.

[Ahh… ¿Su Alteza y Lady Rino realmente tuvieron que confiar en este asqueroso perro en celo…?]

[¿Ahora me tratas como a un animal?]

Sabiendo que sería una pérdida de tiempo, Celes se tragó su respuesta de que todos los hombres eran lobos.

[Bueno, se podría decir que me pasé un poco de la raya, y tal vez debería haber sido más cuidadoso, pero conseguir que le gustara a Arian…] — empezó Shinichi de nuevo.

[—es todo por el plan, ¿Verdad? Soy consciente de ello.] — dijo Celes, dejando de lado sus excusas.

[Por eso no estoy enfadada. No me importa si eres un mestizo pervertido, lamiendo el cuello de una mujer.]

Su voz monótona no era diferente de lo normal, pero fue extrañamente enérgica en su respuesta. Shinichi sabía muy bien que estaba a punto de pisar una mina terrestre, pero lo dijo de todos modos.

[Celes, ¿Estás… celosa?]

Esperaba que ella escupiera un insulto por ser narcisista y repugnante, mientras lo golpeaba con un hechizo de ataque lo suficientemente débil como para mantenerlo con vida.

Pero después de un breve momento de silencio, Celes bajó los ojos y habló de una manera completamente contraria a sus predicciones.

[… Dices que me gustas.] — dijo dulcemente.

[¿Qué!?]

[Oh, es muy fácil engañar a los hombres, ¿Verdad?]

[Deja de jugar conmigo!]

Su anterior timidez desapareció de su cara, mientras Celes sonreía. Shinichi se maldijo a si mismo por ser tan estúpido como para caer en su acto.

[Entiendo, suficiente humor por ahora.] — dijo Celes, recobrando la compostura.

[Celes, nunca hubiera imaginado que te gustaba la comedia dado tu exterior genial. Pero si lo hacía, ¿Verdad?]

Ella no respondió a su pregunta, sino que le dijo:

[No tengo ningún problema con que hagas que la héroe se enamore de ti. ¿Pero estás seguro de que no te estás enamorando de ella?]

[Uh…]

Celes resalto un punto doloroso, y Shinichi fue incapaz de encontrar las palabras correctas. Se dio cuenta de que podría ser el único atrapado en una trampa que había tendido él mismo.

[Para ser honesto, no pensé que Arian fuera este tipo de persona.]

Se suponía que era una héroe elegida por la Diosa, trabajando duro para derrotar al malvado Rey Demonio. A primera vista, parecía la héroe de un cuento de hadas que cobró vida.

[Amar la justicia, odiar el mal, ser honesta, pura, fuerte, o, dicho de otra manera, una persona incapaz de aceptar valores que no sean los suyos propios: inmadura, testaruda y violenta. Si ese fuera el caso, no me sentiría mal por destruirla.]

Pero la verdadera Arian era completamente diferente. Había vivido toda su vida detestándose por ser mitad dragón. Cuando empezó a luchar para alimentarse, la gente le dio las gracias y la aceptó.

Era sólo una chica lamentable que sólo podía aceptarse a sí misma cuando se convertía en una héroe.

[Probablemente se enfadaría conmigo y me diría que no la compadezca, pero no puedo evitarlo. me encontré pensando que me gustaría ayudarla si pudiera.]

[Porque es una chica linda, ¿Verdad?]

[Bueno, por supuesto! Eso es lo más importante.] — afirmó Shinichi en respuesta a la broma de Celes.

Todos sabían que no era un santo. Estaba enfermo, retorcido y aceptado por los demonios. Era el tipo de persona que no tenía ninguna necesidad de salvar a la humanidad. Pero era fiel a su deseo narcisista de ayudar a sus pocos favorecidos.

[Además, me recuerda a alguien que conocía.]

[……]

Celes no preguntó quién era. Ella vio una mirada en sus ojos que nunca antes había visto. Contenía una cierta soledad, sugiriendo que esa persona ya no estaba a su alrededor, ni siquiera en la Tierra.

[Por eso quiero ayudar a Arian.]

No quería que sufriera por algo tan trivial como ser mitad dragón. La gente podría decir que le importaba demasiado; no los escucharía. Después de todo, no era un aliado de la justicia. Era un mal consejero empleado por el Rey Demonio. Deshacerse de las inseguridades de una chica era sólo para su propia satisfacción.

[Realmente eres…] — comenzó Celes antes de colocar la mano sobre su boca.

Sería molesto que viera la sonrisa amable en su cara.

[¿Celes?] — preguntó Shinichi sospechosamente.

[Entiendo perfectamente la situación.] — dijo, volviendo a su fría expresión normal.

[Sin embargo, no debes olvidar tu misión original de someter al enemigo.]

[No, no planeo perder eso de vista.] — dijo Shinichi, asintiendo profundamente para demostrarle que no necesitaba recordárselo.

[Ya tenemos lo que necesitamos si vamos a aplastar a Arian.]

Podían decirle a todo el país que era mitad dragón. A Shinichi no le importaba su verdadera forma, y sus conocidos cercanos, como el dueño del bar, probablemente también serían indiferentes. Pero no sería así con la gran mayoría de la población.

[Empezarán a tratarla con prejuicios, basados en las enseñanzas de la Diosa y la creencia de que los dragones son inherentemente inmorales.]

En la raíz de todo esto estaba el miedo universal a los más fuertes que tú, los celos a los más exitosos y la repugnancia a los diferentes a ti, como una mitad dragón. Además, cuando la persona en cuestión es una chica linda, estas emociones negativas se manifiestan en las formas de misoginia de los hombres y envidia de otras mujeres.

[Ver a una persona infeliz es como una droga. A la gente le encanta destrozar a los demás en nombre de la justicia.] — continuó Shinichi.

Desgraciadamente, los prejuicios y la injusticia siguen proliferando en la Tierra del siglo XXI. Probablemente todavía estarían allí en un futuro lejano, incluso cuando los humanos viajen a través del universo.

[No lo entiendo. Ella es la más fuerte, lo que significa que tiene razón. ¿No es lo único que importa?]

[Me gusta que la lógica de los demonios sea tan directa, pero no.] — dijo Shinichi, sonriendo secamente a una Celes devanándose los sesos para entenderlo. Siguió hablando.

[De todos modos, es posible eliminar a Arian diciéndole a todo mundo que es mitad dragón. Probablemente estaría molesta, lo que también significa que sería fácil consolarla y acercarse a ella.]

[¿Pero deseas encontrar otro camino?]

[Sí.] — dijo Shinichi, asintiendo en respuesta a la pregunta de Celes, y luego se quedó callado.

Cuando estaba listo para hablar, dijo:

[Quiero hablar con el Rey.]

[Como quieras.] — respondió Celes, enviando una comunicación telepática en dirección al castillo de su amo.

Sin embargo, la voz que Shinichi escuchó en su cabeza era la de una linda chica.

[Shinichi, ¿Qué haces tan tarde en la noche?] — preguntó.

[¿Rino? ¿Está fuera el Rey?]

[Está aquí a mi lado. Me estaba leyendo un cuento.]

[¿Pasa algo, Shinichi?] — dijo la voz del Rey.

[No, no pasa nada malo…] — contestó Shinichi con indecisión.

Le sorprendió que estuviera conectado a Rino, como un entusiasta de la radioafición tratando de encontrar una señal. Le preocupaba que pusieran algo de magia en su lugar para evitar que sus conversaciones fueran escuchadas por casualidad.

Pero ahora mismo no tenía tiempo para preocuparse por los pequeños detalles.

[Supongo que es conveniente. Escucha atentamente, Rino.]

Sería un error ir en contra de sus deseos. Rino y su deseo de comer comida del mundo humano fueron el catalizador de las acciones del Rey, de convocar a Shinichi, en este mismo momento. Con esto en mente, les dijo al Rey y a Rino sus propios pensamientos y sentimientos, sin dejar nada fuera. Explicó lo improbable que era que su plan tuviera éxito, lo que saldría mal si fallaba, y su plan de respaldo.

Los dos se quedaron en silencio mientras escuchaban. El Rey fue el primero en hablar, y su respuesta fue simple:

[Shinichi, te confié esto. Haz lo que creas conveniente.]

Un rey necesitaba aceptar los fracasos y éxitos de sus inferiores, y hablaba con confianza sin vacilar.

[… Realmente eres el Rey Demonio.] — dijo Shinichi, sonriendo ampliamente e inclinando su cabeza en reverencia, aunque sabía que la telepatía no la transmitiría.

Shinichi tenía un gran respeto por el Rey Demonio: podía ser un cabeza de chorlito, pero su fuerza y generosidad eran indiscutiblemente las de un líder.

Siguiendo a su padre, su hija pequeña abrió la boca para hablar también.

[Shinichi, tu estrategia es demasiado difícil de entender.]

Rino era una intelectual poco común en el mundo demoníaco, pero su apariencia sugería que sólo tenía diez años. Sería cruel esperar que entienda las complejidades de la sociedad humana y el enfermizo plan de Shinichi de abusar de ella. Pero—

[Yo también quiero ayudar a miss Arian. Ser una solitaria es muy triste.]

Al escuchar su historia, Rino simpatizó con una chica que nunca había conocido y quiso tenderle una mano.

[… Rino, eres realmente un ángel.] — dijo Shinichi.

[¿Qué es un ángel?]

[Oh, así que hay una diosa en este mundo, pero no hay ángeles…. Bueno, eso significa que eres súper linda.]

[Quuuuuu—!?]

A través de su comunicación telepática, Shinichi no pudo ver a Rino ponerse de color rojo brillante, pero sonrió mientras lo imaginaba. Y antes de que su adulador padre pudiera decir una palabra, Shinichi colgó y recuperó la compostura.

[De acuerdo, ahora no tengo nada que me detenga.] — dijo.

Ahora que había recibido la bendición del Rey y de Rino, todo lo que quedaba era ejecutar su plan. Si fuera realmente bien, Arian no se resistiría a convertirse en aliada de los demonios. Incluso si fracasara miserablemente, el plan que puso en marcha aún salvaría a la héroe, incluso si moría.

Pase lo que pase, Shinichi estaba cumpliendo con sus responsabilidades hacia el Rey y Rino. Iba a confiar en su propio egoísmo y a apostar su dinero en una apuesta con pocas probabilidades.

[Puedo estar repartiendo la baraja, pero ellos son los que eligen las cartas descartadas. Bueno, ¿Qué vas a elegir?]

Shinichi no era el que decidía el destino del Reino Boar y los demonios. Era una héroe con un secreto que ocultar y el obispo con el reino envuelto alrededor de su meñique.