Prólogo: La chica en las fotos
Parte de mi rutina diaria incluía llegar a esta librería después de la escuela, pero no se debía a un gusto por la lectura. Si me dieran a elegir, preferiría correr libre en las afueras. En una era donde pudiera leer manga desde mi Smartphone al presionar un botón, casi todos los libros físicos en mi vida fueron los libros de texto necesarios para mis clases superiores en el liceo.
Nunca tuve mucho interés en los libros físicos. Mis ojos se cansaban simplemente de leer las oraciones. Y como tal, la razón por la cual frecuentaba la librería yacía en otra parte.
“¡Fascinante!” chilló █████-senpai, estando de pie enfrente a un póster con las palabras “¡NO HABLAR!” escritas en letras mayúsculas ennegrecidas. Una estudiante de tercer año (y por lo tanto un año superior a mí), era la vicepresidente del Consejo Estudiantil de mi escuela.
Gracias a unos ancestros de Canadá o Estados Unidos, el color de su cabello tenía semblanza con la miel reflejándose con la luz solar. Sus ojos eran de un vívido ultramarino que era difícil de creer que el color era natural. Aunque sus rasgos faciales bien definidos encajaban con la imagen de una belleza de occidente, su salvaje imaginación mantenía a los otros estudiantes a raya.
“Vamos directo al grano, ███-kun,” dijo █████-senpai, girando su dedo alrededor mientras me observaba emocionada. Yo era de una estatura promedio como todo un chico de liceo, pero ella era anormalmente alta. Para colmo, se aseguraba de estar más alta que yo cada vez que hablaba, lo cual remarcaba la presión. Era intimidante. Me encogí un poco hacia atrás.
Mi espalda chocó contra la estantería fija al suelo. Mientras recogía rápidamente los pocos libros que cayeron de los estantes, █████-senpai se puso a hablar. “Hay rumores bastante extraños acerca de esta librería. La gente lo cataloga como uno de los Siete Misterios de la Escuela – y, ah, no estoy segura si lo sabes, pero aparentemente esta librería fue parte de una universidad que cerró. No se sabe si era una molestia tener que demolerla después de que la universidad cerrara o alguna otra cosa tuvo que pasar, pero esto es lo que queda aún de pie.”
Era difícil de seguirle el paso a esta chica. Nunca se molestaba en detenerse y ordenar sus pensamientos; soltaba sus palabras conforme le llegaban a la cabeza. Pero sentí que al menos tenía que aparentar que estaba escuchando, así que asentí con la cabeza como un idiota.
Indiferente a mi respuesta desinteresada █████-senpai siguió hablando tranquilamente. «Eso es lo que lo convierte en uno de los Siete Misterios de nuestra escuela. Al parecer, los extraños rumores que envuelven este lugar datan cuando la universidad aún seguía abierta. Los temas paranormales me encantan, así que he estado investigando al respecto.»
Como si no lo supiera. Fue precisamente por esa razón por la cual comencé a hablarle: recientemente, quedé envuelto en mi propia tontería sobrenatural. No sabía a quién dirigirme– y bien sé que ni mis padres, maestros o amigos– Y mucho menos la policía. No tenía duda de que se burlarían de mí y que me digan algo como, «¿De dónde sacaste esa idea tan ridícula?»
Intentando resolver mi situación, me dirigí a esta estudiante. Una chica conocida por nunca retractarse de su lema «¡Amo lo sobrenatural!»
Ese amor estaba en completa exhibición. «¡Esta librería es increíble! ¡Es un tesoro escondido lleno de misterios y rumores escalofriantes! ¡El desfile del ocultismo!»
Se acercó tanto que juro fue malo para mi pobre corazón adolescente– y entonces sonrió ampliamente. Abriendo ambos brazos, observó cariñosamente a su alrededor, tomando varias inhalaciones profundas. Me alteraba los nervios el modo en que su respiración pasaba por mi frente cada vez que exhalaba.
Estábamos rodeados por múltiples pasillos de estanterías. A pesar de que era una tarde de principios de verano, la luz era débil y sombría. Culpo a las cortinas negras sobre las ventanas para prevenir el amarillamiento de los libros. Aparentemente, las luces fluorescentes colocadas en el techo se fundieron. Fallaron en ofrecer luz alguna.
Siendo honesto, era una librería tenebrosa. Con solo observar las manchas y las grietas en las paredes podías darte cuenta de que era un edificio viejo. El moho y las telarañas invadían los lugares donde estaba la humedad. El sitio estaba prácticamente en ruinas. Era difícil de creer que aún usaban el edificio.
Creo que nadie quería poner pie en aquel edificio, porque no veía a ningún bibliotecario, ni siquiera a alguna otra persona buscando entre los estantes. Senpai y yo éramos los únicos ahí. Su voz se amplificaba muy bien, de hecho lastimaba mis oídos.
Ignorante a mi dolor, continuó con su emocionante discurso. “De hecho, ¡hay tantos rumores extraños que no puedo recordarlos todos! Por ejemplo, dicen que hay un demonio que sale de un libro y te concederá cualquier deseo a cambio de tu alma. Y si abres este libro sin titulo, ¡tu destino aparecerá en las páginas en blanco para leerlo! Si metes tu mano dentro de los espacios entre las estanterías, ¡puede transportarte a otro mundo! Hay un montón enorme de estos increíbles rumores. Oh, incluso hay uno acerca de una chica fantasma que lee sola solita por toda la eternidad en el baño de las chicas– ¡y ese lugar está firmemente sellado! … Uh, por cierto, ¿te importaría si voy al tocador?” Pareciendo no pensar más que en esa pregunta, ella saltó directamente hacia allá.
Estaba completamente eufórica. Parecía que era seguro asumir que su amor por las historias de fantasmas era verdadero. Personalmente, no me importaba ese tipo de cosas. En lo que me concernía, una estudiante de año superior entusiasmada con las historias de terror y los rumores tenebrosos era de locos. Yo no había venido por escalofríos baratos o historias de fantasmas. Honestamente estaba más que listo para irme.
“Ahora acerca del extraño fenómeno que viviste… el, uh… ¿por qué no lo llamamos ´La Chica en las Fotos´? Nunca he escuchado algo como eso. ¡Podrías tener algo completamente nuevo en tus manos! ¡Qué genial!” chilló, retorciéndose de la alegría y acercando su rostro cada vez más contra el mío. Pensé que me desmayaría. Estaba tan malditamente cerca que sus piernas y busto rozaban contra mí.
“Bien,” dijo ella. “Muy bien, Me gustaría tomar un segundo para repasar lo que me dijiste, así que asegurate de corregirme si me equivoco. El otro día, viniste a esta biblioteca para hacer una parte de tu tarea de verano, ¿cierto?” Senpai debió haber notado que se quedó sin espacio, porque retrocedió unos cuantos pasos antes de continuar, “Tenías que escribir una reflexión personal por una tarea de lectura, ¿correcto? ¡Qué tarea tan tonta! Pero desde que eres un estudiante diligente, decidiste tomarlo en serio y fuiste a la biblioteca más cercana. Y es sucedió aquí, ¿verdad? ¡Así fue que te topaste con lo paranormal!”
Senpai tomó uno de los libros que habían caído antes y comenzó a pasar sus páginas apresuradamente. “No se suponía que había una foto dentro de cada libro que tomabas de la biblioteca?”
Era cierto. Si fuera tan simple como eso, no sería algo por lo que me molestaría. Podría desestimarlo con la racional teoría de que alguien que pedía libros en esta biblioteca usaba fotos en lugar de marcadores y olvidó quitarlos antes de regresar los libros. Pero si esa fuera la magnitud de la situación, no me tendría tan preocupado. Tampoco le habría pedido ayuda a esta rara.
“No importa qué libro tomes y abras, ¡Ahí estaba la foto! El resultado era el mismo, ¡sin importar cuál estante o libro selecciones! ¿De casualidad, aún tienes alguna?”
“De ninguna manera. Eran muy espeluznantes, las devolvía a los libros donde los encontraba. No vi nada bueno al quedarme con una, y honestamente, no me parecía correcto.”
“Aw, ¡qué mal! Si aún las tuvieras, podría haber usado una para descubrir un montón de cosas. Oh, para que lo sepas, no es que no te crea o algo parecido, ¿de acuerdo? ¡Es raro encontrar evidencia física en el mundo de lo oculto! Senpai se rió, antes de que una expresión seria pasara por su cara. “Todo esto, bueno, puede ser explicado lógicamente. Alguien pudo haber elaborado una broma altamente compleja. Sólo requiere colocar una foto en cada libro de esta biblioteca. Es posible para mí– o cualquier otro, dado el caso– y realizarlo con un poco de esfuerzo. Pero es ahí donde las cosas se vuelven verdaderamente extrañas.”
Exactamente. Aquí fue donde la historia dio un giro por lo verdaderamente paranormal. “Incluso después de irte… encontrabas una foto de ella en cada libro que abrías. Sin importar si era un libro escolar, un libro en venta en una tienda de conveniencia, una revista manga que tomaste prestada de un amigo, o parte de una colección maestra que tus padres tienen en exhibición en el estante en casa. Estas fotos aparecen en todos los libros que abres, donde sea, sin excepción, ¿cierto?” Cierto. Obviamente sucedía algo extraño aquí. Ninguna explicación lógica podía resolverlo. En verdad era un fenómeno sobrenatural.
¿Había alguien adelantándose poniendo fotos en cada libro que posiblemente podía abrir? No podía figurarme a alguien ganando algo con ello, y era demasiado irrealista como para que alguien pudiera realizarlo. Me pareció difícil de creer que había una persona– u organización– que pudiera beneficiarse de mí encontrando fotos dentro de los libros.
Donde fuera que los encontraba, sólo servían para asustarme. No era como si mi pulso y la velocidad de la tierra estuvieran conectados, así que no había nada que ganar al asustar un chico como yo.
La posibilidad de que alguien me odiara hasta la muerte y estaba haciendo esto para atormentarme tampoco parecía probable. La vida que llevé no debería tener tal rencor– era como cualquier otro estudiante de liceo mundano. Aparte, si alguien iba a molestarme, sería un mejor plan colocar algo asqueroso, o al menos usar una foto más perturbadora. Pero cada vez que encontraba una foto dentro de un libro, era de la misma chica linda.
***
“Asumo que esa chica es una conocida tuya… ¿o no lo es? Senpai pensó profundamente. Prácticamente podías escuchar girar los engranajes de su cabeza.
Podía darle una respuesta clara en esta. Estaba completamente seguro de que nunca antes había conocido esta chica. Era una completa extraña. Sin embargo no poseía una mente tan brillante como para recordar cada persona que he conocido, nada venía a mí incluso después de arrancarme el cabello y resquebrajar mi cerebro intentando recordarla. Había fracasado. Definitivamente no la había visto antes. No podía ver cómo estaba relacionado con esta chica.
Es más, era una extranjera, probablemente una occidental. Aunque era difícil para un chico como yo adivinar la edad de una caucásica, pensé que podía tener mi edad, ya sea apenas en sus veinte o los últimos de su adolescencia. Mostrando una expresión amable y cálida, su linda cara recordaba una rosa florecida.
Ni sus ojos ni su cabello tenían colores inusuales, parecían tonos bastante comunes en occidentales. Ese cabello se extendía ligeramente por debajo de los hombros, generalmente lo mantenía suelto que recogido, y en esas otras veces lo ataba con una liga barata para el cabello.
Sin importar qué, siempre había una cámara antigua en sus manos. Le daba un aire vivaz, como, una reportera del periódico. Su atuendo casual mostraba un desinterés en la moda; muchos de sus atuendos eran claramente de segunda mano. Parecía una chica feliz y normal, parecía extraño llamar sus fotos “fotografías fantasmales.”
Completamente intrigada, Senpai cruzó sus brazos y pensó profundamente. Finalmente, dijo, “me preguntó quién es. Nunca había escuchado algo así antes… estoy segura que ella debe estar relacionada contigo de algún modo. Después de todo, nadie más ha visto a la Chica en las Fotos. Consulté en línea para ver si alguien más compartió una experiencia similar, pero no encontré algo al respecto.”
Bueno, eso fue menos que útil. En verdad no conocía a esta chica. Basado en sus rasgos genéticos, sentí que Senpai estaba mucho más cerca de ser «relativa» a la chica que yo.
Después de reflexionarlo, Senpai sostuvo si cabeza entre sus manos, sus rasgos diferentes revelaban su propia ascendencia extranjera. Ella gritó, «!Gah, no lo sé! ¡Esto está lejos! Sería mucho más fácil si la Chica en las Fotos haya presentado una amenaza, como haber colocado una maldición mortal sobre ti. ¡Eso lo volverìa una historia fantasmal estándar! Pero como están las cosas, no tengo idea de lo que esa chica está intentando hacer.»
¡No quería morir por una maldición! Sí, ésta era una situación bastante escalofriante pero parecía bastante inofensiva, así que al menos no vivía con el miedo. Simplemente estaba curioso con lo que ocurría con las fotos… y la chica dentro de ellas. También era un poco deprimente pensar que fotos como esta aparecerían en cualquier libro que abriera por el resto de mi (esperanzadamente larga) vida. Si fuera posible, quería hacer algo con respecto a este fenómeno sobrenatural.
“Si tan solo supieras quién es esta chica… ¿podrías averiguar algo? Si supiera su nombre y nacionalidad, podría ser capaz de encontrar algo en línea, ¿lo captas?
La pregunta de Senpai me dejó perplejo. Todas las fotografías que he encontrado hasta ahora compartían casi el mismo diseño exacto. Había pequeñas diferencias entre cada foto, pero la imagen en general no cambiaba. Había una chica en el centro. Las tomas estaban extremadamente ampliadas; los acercamientos de su rostro o la porción superior de su cuerpo consumía la mayoría del marco.
Cuando se veía el fondo, usualmente era una pared de concreto gris y aburrida. Un ambiente simple que única y vagamente evocaba la especulación de que ella pudiera estar en un hospital, prisión o instituto de investigación.
Nadie más que la chica aparecía en las fotografías, y no daba ninguna indicio con respecto a su personalidad. Ella estaba ya sea soñando despierta, mirándome o durmiendo. Eran fotos simples parecidas a las usadas para pasaporte y currículos. Sin las grandes habilidades de un gran detective, no tenía la esperanza de averiguar su identidad.
“Hmm… de acuerdo, creo que su identidad es algo con lo que vamos a investigar primero. Te daré todo mi apoyo, así que despreocúpate. ¡Hagamos lo mejor que podamos en tu milagroso encuentro con lo oculto en este mundo moderno y definido en el que vivimos! ¡Hay que dar lo mejor, colega! ¡Venga esa mano!”
Sin mostrar algún signo de querer calmarse, Senpai me forzó a un apretón de manos y comenzó a agitar nuestros brazos arriba y abajo. Admito que es raro encontrarse con un fenómeno extraño en pleno siglo XXI, en la era en que la tecnología está aún floreciendo. Apuesto que Senpai no quería dejar que esta oportunidad (si puedes llamarlo de esta manera) se le escapara de las manos.
Aunque Senpai era una rarita y no ocultaba el hecho de que sólo lo estaba haciendo para saciar su curiosidad, se sentía bien sacar todo esto de mi pecho. Mantenerlo en mi pecho comenzaba a desgastarme.
“¡Muy bien! Con eso dicho, comencemos nuestra investigación con unas cuantas pruebas.» Senpai comenzó a revisar cuidadosamente el libro que aún estaba en sus manos, una página a la vez.
“Hmmm… no parece que haya alguna foto guardada aquí.” Senpai tomó su tiempo al examinarlo cuidadosamente. “La cubierta está diseñada para que no pueda removerse, lo cual tiene sentido, ya que es un libro de biblioteca. No veo dónde se pueda ocultar una foto.” Procedió a pasármelo y continuó, “Así que por siguiente, quiero que lo intentes. A menos de que seas un mago de gran nivel, realmente será un fenómeno sobrenatural si sacas una de esas fotos de este libro. ¡Oh, estoy muy emocionada!”
Sostuve el libro que Senpai había confirmado como libre de fotos. Como ella dijo, era físicamente imposible para una foto saliera entre sus páginas — a menos que, por supuesto, Senpai se sentía con ganas de jugar una broma y haya decidido hacer un truco tonto al poner una foto justo antes de dármelo. Nunca he hablado con ella antes de ahora; No confiaba en ella al cien por ciento realmente. Por otro lado, eso significaba que no había razón para ella el decepcionarme o molestarme.
Honestamente, nunca llegaré a algún lado si dudo por la más mínima cosa.
Sintiéndome un poco nervioso, abrí el libro y pasé el dedo a través de las páginas.
“¿Y bien? ¿Y bien? ¿Está ahí? ¿Dónde está la foto? De hecho, ¡Espera! ¡Quiero documentarlo! Voy a grabarlo con mi teléfono, ¡Así que espera! ¡Esto es genial! ¡Espero poder atestiguar el gran momento…!” Senpai estaba tan emocionada que prácticamente estaba vibrando– era completamente molesto, pero estaba demasiado preocupado con mis propios problemas que no le presté atención alguna.
Mientras cambiaba las páginas como lo haría con cualquier otro libro… la encontré.
La foto apareció, metida en el pliegue justo en el centro del dorso del libro.
Escalofríos corrieron por mi espalda.
“¿Eh? ¡No puede ser! ¿Es en serio?”
Senpai tomó su teléfono desde su bolsillo, pero grabar probó ser muy difícil. El teléfono resbaló de sus manos. Se apresuró a tomarlo, con ojos muy abiertos en asombro. Me quedé sin palabras. Justo como siempre, una foto había aparecido en el libro que estaba sosteniendo. Estaba al revés, así que lo tomé instintivamente para tomarlo. La foto no era nadie menos que…
“¡D-Déjame ver! ¡Quiero ver! ¡Venga ███!” Senpai chilló, su voz perforante se volvió súbitamente distante.
Mientras que el sonido de sus reclamos se desvanecía, una sensación cálida envolvía lentamente todo mi cuerpo. Era algo que jamás había sentido, como si me envolviera una mano gigante.
Mi mirada cayó en la imagen impresa en la pequeña y común foto.
La misteriosa “Chica en las Fotos” me miró de nuevo, portando una sonrisa ligeramente preocupada.