Prologo: La mañana después del sexo con la princesa.
Había cumplido el sueño de todos los orcos del mundo, hacer el acto con una princesa.
Desde la antigüedad, existían tres tipos de tesoros sagrados para la raza orco. Sí, eran las elfas, las princesas y las caballeros.
Eran esas chicas las que mayormente eran seleccionadas para ser pareja de los orcos.
Yo había tomado posesión de dos de esos tesoros.
«Oorc orc orc orc—»
Mi risa de orco no podía parar.
… No, no era que estuviera haciendo esto simplemente para compensar mi falta de factor orco. Mi alma de orco realmente me hacía reír así desde el fondo de mi corazón.
Había una hermosa chica de cabello castaño a mi lado. Mi prima y una princesa del superpoderoso país Reino Forland, la princesa Rurine estaba durmiendo.
Era una chica muy calculadora que intentaba constantemente atraparme, pero su rostro dormido era inocente como correspondía a su edad real.
Eso me hizo querer hacer una travesura lasciva con ella.
No sólo era una princesa, un atributo que haría que cualquier orco se precipitara sin pensar, sino que también poseía el atributo hermanita al mismo tiempo.
Aa, hermanita, qué maravilloso era.
Para ser más exactos, era una prima, pero mi alma pensó que estaba bien clasificarla como hermanita. Más bien podría decirse que era una versión superior de hermanita porque podía tener sexo con ella legalmente.
… Bueno, me regañarían los de la facción de las hermanitas biológicas si dijera eso. Después de todo esos tipos proclamaban que la inmoralidad de hacerlo con una hermanita biológica era el mejor condimento.
No es que no pudiera entender el sentimiento de los fundamentalistas de las hermanitas biológicas, pero yo era alguien con bastante tolerancia. Podía aceptar a una hermanastra, una prima o una hermanita de una vida anterior sin ningún problema… Aunque, como era de esperar, ni siquiera yo podía aceptar la existencia de una pseudohermana menor que admiraba a su senior como hermano mayor como una verdadera hermana menor.
«Buenos días, Ork-niisama.»
«Buenos días, Rurine.»
Rurine se despertó. Su manta se deslizó por su cuerpo y sus modestos pechos quedaron al descubierto. Eran escasos comparados con los de la hermosa chica de grandes pechos y orejas de zorro Kururu y Tita que tenían unos pechos muy bien formados, pero si se tenía en cuenta la altura de Rurine, podía declarar que ese era el mejor tamaño para ella.
Los pechos pequeños tenían su propio punto bueno como pechos pequeños! El hecho de que los pechos se ajustaran a la dueña o no era mucho más importante que el tamaño. Sin embargo, en lo que respecta a los pechos planos, diría que no, gracias. Era un orco muy exigente.
«Bebe esto.»
«Ah, esto es, ¿Es el café que mencionaron Tita-san y Kururu-san?»
«Sí, así es.»
«Tiene un olor agradable. Es un aroma maduro y seductor que el té no tiene.»
Era un orco astuto. Había preparado perfectamente el café matutino para después del sexo.
Siempre andaba con un juego de café encima.
El café matutino para después del sexo después de la primera noche con un miembro del harem sin falta. Ese era mi geass(voto) orco.
«Entonces gracias por el café. Amargo, es delicioso, pero es un poco difícil de beber.»
Fumu, así que todavía demasiado pronto para tomar café para Rurine.
Pero, un orco capaz como yo no cometería ningún error.
«Será más fácil de beber si mezclas esto. Ahora, verteré la cosa dulce y espesa y la leche en abundancia para que la bebas.»
«La forma en que Ork-niisama dijo eso es indecente. Pero, parece delicioso… ah, el sabor en la boca es realmente suave. Es agridulce, realmente delicioso. Me encanta esto.»
Por cierto, la cosa dulce y espesa que puse en el café era miel y leche condensada.
Fufufu, estaba dentro de mis expectativas que hubiera una mujer que no fuera buena con el café amargo. Lo que se necesitaba para ser popular era la consideración.
«Me alegro de que te guste.»
«Quiero beber esto todos los días. Es una pena que no pueda beberlo más después de que Ork-niisama se haya ido.»
«… ¿No vas a tratar de detenerme?»
Yo era un miembro de la realeza de este país.
Tenía la intención de abandonar mi derecho de sucesión, pero ya fuera el anterior rey, o el primer ministro, o Rurine frente a mí, todos maniobraban en secreto para que yo fuera el próximo rey.
Incluso Rurine llegó a utilizar su propio cuerpo para provocarme.
«Tener el talento, pero no la cualificación. Esas fueron las palabras de Ork-niisama. Lo he aceptado… además, si Ork-niiisama está ayudando, entonces seré capaz de hacerlo bien incluso si me convierto en reina. Fufufu, la primera reina del Reino Forland. Ya tengo ganas de poner a prueba mi habilidad.
Sonrió con una sonrisa que salió del fondo de su corazón.
Rurine declaró que iba a ser reina por su propia voluntad.
Pensé que era fuerte.
Mi único deseo era que yo y mis mujeres fuéramos felices. Cargar con la vida de decenas de miles de personas sólo me resultaba problemático. Sobre todo, si tuviera que elegir entre salvar a mi mujer o a decenas de miles de personas, elegiría a mi mujer sin dudarlo.
Rurine se convertía en reina y se desprendía de su propio ser. Pensé que estaba radiante por ser capaz de tomar tal decisión. La respetaba.
«Haz lo que puedas. Si algo te molesta, puedes consultar a tu Onii-chan cuando quieras.»
«Lo haré con moderación. No quiero que Ork-niisama me odie por ser demasiado egoísta… sí, sólo confiaré en Ork-niisama cuando sea algo importante. No será divertido si Ork-niisama se siente harto de todas las molestas peticiones que Rurine ha hecho y rechaces la petición de Rurine cuando sea realmente importante, como cuando el país está al borde de la destrucción y sólo un héroe puede hacer algo al respecto.»
«…Te prestaré mi fuerza incluso en ese tipo de situación.»
«Rurine trabajará duro para que Ork-niisama pueda amarme hasta el punto de que lo hagas incluso en esa situación.»
Ella me abrazó. Sus pequeños pechos estaban presionados sobre mí. No se sentía tan bien en el aspecto sensual.
Pero, me pregunto ¿Qué es esto? ¿Este deseo de proteger que surgió dentro de mí?
Una chica débil, una existencia mimada se apoyaba en mí y se apegaba emocionalmente a mí. Aa, mi cosmos (instinto de hermano mayor) se estaba elevando. (NT: Imouto, dame tu fuerza!! Meteoros de Imouto!!)
«Por supuesto, deja todo a tu Onii-chan!»
«Ork-niisama, te amo!»
Le devolví el abrazo a Rurine, y desde allí la empujé hacia abajo.
Era tan linda que no pude contenerme.
Rurine me tentó con sus ojos húmedos.
Ahora bien, trabajemos duro para hacer una ronda mañanera!