Slow Life V1 C4

Capítulo 4: Rit de Zoltan

 

Al día siguiente, fuimos de compras.

Mientras preparaba el desayuno para los dos, pensé en lo mucho que había cambiado mi vida cotidiana en las últimas dos semanas. Había estado viviendo en una casita barata en la parte obrera de la ciudad, pero ahora tenía la botica de mis sueños. La princesa que había sido una de mis compañeras en su día había entrado a la fuerza en mi casa y vivía conmigo, y aquí estaba yo en la cocina, preparando el desayuno para dos.

[La vida es una cosa extraña.]

Si alguien me hubiera preguntado hace tiempo si podía haber imaginado un futuro así, la respuesta habría sido definitivamente no. Podría haber visto un futuro luchando contra el Señor Demonio con Ruti en el grupo de la heroína, o un futuro manteniendo la paz de la capital como segundo al mando de los Caballeros Bahamut, o incluso un futuro en el que me convirtiera en un noble con una modesta cantidad de tierra que cubriera la aldea donde nací y el territorio circundante… Pero dirigiendo una botica con una princesa en Zoltan de todos los lugares…

[No es que esto sea malo, sin embargo.]

Puse la comida en los dos platos. Atraída por el aroma, Rit se levantó de la cama, todavía con cara de sueño.

[El desayuno.]

Que Rit estuviera conmigo y dijera cosas así con su sonrisa despreocupada ya se había convertido en una pequeña fuente de felicidad para mí.

 

▼▼▼▼

Ayer nos habíamos encargado de casi todas las compras, lo que significaba que hoy tocaba:

[Encargarse de la aprobación de la medicina de Red.]

[Sin embargo, no me gusta mucho llamarla así. ¿La medicina Red no evoca un tipo de sentimiento peligroso?]

La medicina carmesí, una droga roja*. No importa cómo lo digas, sonaba premonitorio. (NT: Es un pequeño juego usando el nombre del mc y el color propio de la medicina.)

[Entonces, ¿Qué tal medicina Redrit? Lo que me recuerda que tenemos que cambiar el letrero de la tienda.]

[¿Hablabas en serio de cambiarlo a Boticario de Red & Rit? Si cambiamos el nombre de la tienda, no puedes irte de rositas después, ya sabes.] — bromeé.

[¿Significa eso que me vas a hacer quedarme aquí para siempre?] — Rit respondió con una sonrisa juguetona.

[De acuerdo, entiendo. También podemos pasar por la tienda de letreros.] — respondí con una sonrisa — [Eso y la aprobación de la nueva anestesia. Ya he comprado la vajilla de plata para el regalo, así que sólo queda ir para allá.]

[Sería mejor tener una carta de presentación, pero puedo utilizar mis contactos para ocuparme de ese aspecto.]

[Como tú, Rit, siempre al tanto de todo. Gracias, eso ayudará.] — en una situación así, lo mejor era que aceptara la ayuda que me ofrecía la chica rubia. Rit era la mejor aventurera de Zoltan, así que tenía mucha influencia.

[Sin embargo, tú eres mejor en las negociaciones reales, ¿No?]

[Sí, déjamelo a mí.]

 

▼▼▼▼

Me sentía confiado en mi capacidad para llegar a un acuerdo, pero…

[Claro que no!]

Me rechazaron a bocajarro. Ni siquiera había lugar para las negociaciones.

Dan, un hombre de mediana edad con un poco de barriga, era el funcionario que trabajaba para el consejo que adjudicaba la aprobación de nuevos medicamentos. Quizá estaba cansado, pero su rostro parecía demacrado a pesar de estar un poco regordete, y tenía bolsas bajo los ojos.

[Por favor, espera. Mi medicamento es una alternativa segura con una dependencia reducida. ¿No podemos al menos hablar un poco de esto primero?]

[No necesito hablar de nada. Toma tu regalo y vete.]

Hasta después de tomar la carta de presentación del burócrata de alto nivel que Rit conocía, Dan había mantenido una sonrisa de negocios, aunque no podía ocultar totalmente su falta de interés. Pero en cuanto empecé a hablar del verdadero objetivo de la visita —la medicina— su actitud cambió radicalmente.

[¿Hay algún tipo de problema?]

[No tiene nada que ver contigo.]

Sabía que el repentino cambio de humor del funcionario no se debía a nosotros. El cambio sólo se produjo cuando se enteró de que estábamos allí para obtener la aprobación de un nuevo medicamento. A partir de ahí, no era difícil adivinar que pasaba algo, pero el punto crucial de por qué rechazaba la solicitud no estaba claro.

Debería haber reunido un poco más de información de antemano.

Nunca hubiera imaginado que acabaría así, y no sabía nada de Dan. Aunque intentara negociar, no tenía ninguna posición desde la que atacar.

Huh, ¿Me estoy volviendo complaciente después de dejar el frente? He perdido mi ventaja.

Vivir una vida como alguien que sólo recogía hierbas cada día había desgastado definitivamente algunas de mis capacidades. Las habilidades otorgadas por una bendición nunca podían perderse, pero tu propia capacidad para juzgar cuándo y cómo usarlas definitivamente se embotaba sin una práctica regular.

Después de que Rit se tomara la molestia de conseguirme una carta de presentación, era una pena que se desperdiciara, pero no había nada que hacer. Salimos de la oficina de recepción.

[¿Qué fue eso?] — se preguntó Rit, indignada.

De hecho, hubo un momento en el que estaba furiosa y parecía a punto de agarrar a Dan por el cuello. Si yo no le hubiera tendido la mano para detenerla, y también hubiera tomado las riendas afirmando nuestra posición, Rit podría haber recurrido a usar su fuerza para arrancarle una aprobación al pobre hombre. A pesar de haber crecido como princesa, era el tipo de persona a la que le costaba encontrar la paciencia para las discusiones largas.

[Me he vuelto realmente débil. Eso no era algo que pudiera resolverse con negociaciones.]

Lo primero que debía hacer era investigar la verdadera razón por la que nos había rechazado. Probablemente no me llevaría tanto tiempo, pero… habiéndome alejado ya de ese tipo de aventuras, era sinceramente un dolor de cabeza.

[Entonces intentemos preguntarle a su jefe.] — sugirió Rit.

[¿Su jefe? … Sí, supongo que sí.]

Bien, tenía a Rit de mi lado. Tendría que utilizar su condición de aventurera más importante de estos lares tanto como pudiera.

 

▼▼▼▼

[Es un honor tener la visita de la única e inigualable señorita Rit.]

Rudolf, el jefe del departamento encargado de las normas y reglamentos relativos al comercio y la industria, era un hombre de mediana edad con un poco de cabello gris que empezaba a asomar. Sonreía amablemente, como si estuviera realmente contento de conocer a la joven aventurera.

[La verdad es que ahora estoy trabajando con Red, y había algo que quería preguntarle, si no le importa.]

[¿Ohhh? La señorita Rit, famosa por su trabajo en solitario, ¿Se está asociando? No puedo esperar a ver qué sale de ello. ¿Señor… Red? Es un honor conocerlo.]

No había necesidad de mencionar aquí que era un aventurero de rango D. Me limité a esbozar una vaga sonrisa mientras tomaba su mano extendida.

[De todos modos, vinimos a preguntar por la aprobación de la venta de un nuevo medicamento para ser usado como anestésico, pero fuimos rechazados por el hombre encargado de supervisar la aprobación.]

[Ah, entiendo.] — dijo Rudolf, asintiendo con una disculpa — [Lo siento mucho, pero el momento es un poco desafortunado para ese tipo de solicitud.]

[¿Supongo que realmente ha ocurrido algo entonces?]

[Como se esperaba de la señorita Rit, supongo. Sí, como usted dice, ha habido un pequeño problema. No es algo de lo que se deba hablar donde otros puedan escuchar, así que me gustaría pedirles que lo mantengan en secreto.]

[Por supuesto.]

Rit y yo asentimos antes de que Rudolf continuara.

[Hace aproximadamente un mes, una medicina que Dan aprobó resultó tener un poderoso efecto narcótico si se preparaba de forma ligeramente diferente, y en las sombras, se ha extendido descontroladamente entre nuestros residentes más pobres. Incluso algunos entre la nobleza han empezado a usarla.]

[¿Un medicamento que fue aprobado hace un mes?] — pregunté.

Eso me confundió un poco. Aunque tenía mis propias medicinas, habría supuesto que Newman o alguno de los otros médicos habría mencionado un nuevo medicamento.

[Supongo que está familiarizado con los medicamentos, señor Red. Aun así, no es de extrañar que no lo conozca. Una gran cantidad de la droga se preparó fuera de Zoltan antes de ser aprobada. En cuanto se concedió la aprobación, se trajo todo y, al parecer, se vendió inmediatamente a personas que ya habían reservado pedidos de ella. Al parecer, la intención era venderla como un narcótico desde el principio.]

[¿En serio? Parece que, después de todo ese trabajo para conseguir la aprobación, venderlo de esa manera obviamente llevaría a la regulación, incluso si obtuviera un gran beneficio inicial. Me parece que un flujo continuo de ventas sería difícil de mantener.]

[Sí, es todo un rompecabezas. Quizá sea sólo la miopía de un herbolario novato. De todos modos, ha sido una molestia y un pequeño problema para nosotros, por lo que Dan ha estado trabajando día y noche para hacer frente a las consecuencias mientras recibía no pocas reprimendas.]

Eso lo explicaba. En secreto, me había enfadado más de la cuenta con aquel gordinflón, pero pude simpatizar un poco más después de conocer su situación. Debió de ser duro. Quería que la próxima medicina que le pidiera que aprobara fuera algo para calmar un estómago nervioso.

[Ya que es usted quien hace la petición, señorita Rit, estoy seguro de que no habrá ningún problema. ¿Podría dejarme ver el papeleo? Yo mismo me encargaré de la aprobación.]

[¿En serio? Muchas gracias.]

Acabamos consiguiendo la aprobación con bastante facilidad de una fuente inesperada. La influencia de Rit era realmente increíble.

… Lo había sabido, por supuesto, pero aun así era un poco deprimente. Durante mis aventuras, yo había estado a cargo de las negociaciones. Me dolía un poco saber que esto era todo lo que podía lograr sin la influencia que venía con ser un miembro del grupo de la heroína.

Le mostramos a Rudolf los documentos relativos a la medicina, él volvió a comprobar que no había ningún problema, y emitió el aval oficial.

Con eso, por fin podría vender mi medicina sin problemas.

 

▼▼▼▼

Después de salir del edificio del consejo, mis hombros se desplomaron un poco mientras caminábamos.

[Lo siento, lo único que podía hacer era confiar en ti para todo.]

Aunque había dicho que me encargaría yo mismo de las negociaciones, al final había sido Rit quien lo había conseguido. No pude evitar sentirme un poco decepcionado conmigo mismo.

En respuesta, la joven, que iba delante de mí, se giró y negó con la cabeza.

[Lo único que he hecho es confiar en ti para cocinar. ¿Te molesta eso? ¿Cocinas porque quieres que me disculpe?]

[… Por supuesto que no.]

[Red, me alegro de haberte ayudado. No hay ninguna razón para disculparse. Te ayudaré tan a menudo como lo necesites a partir de ahora. Haría cualquier cosa por ti.]

Mentalmente, me sorprendió el inesperado y directo afecto. Rit también se detuvo, mientras los dos nos enfrentábamos. No fui tan descortés como para preguntarle por qué llegaría tan lejos por mí.

[Gracias, Rit. Yo… yo… supongo que esto significa que también contaré contigo en el futuro.]

[Sí!]

Atraído por la alegre sonrisa de Rit, acabé sonriendo también.

 

▼▼▼▼

[Pasará un poco de tiempo hasta que se corra la voz sobre los efectos de la nueva medicina.] — dijo Rit.

Esa noche, sentados en la mesa de la sala, discutimos la mejor manera de aumentar las ventas de la tienda.

[Aunque la primera pregunta es si un nuevo anestésico se venderá.] — añadí.

[Sí, sería bueno tener otro medicamento con un efecto más obvio que la gente quisiera comprar.]

[Eso es fácil de decir, pero…]

Todo lo que tenía era la habilidad de preparación de primer nivel. Había un límite en las medicinas que podía preparar.

[Tengo un amplio conocimiento, pero ninguna habilidad especializada. No hay ninguna medicina que conozca que encaje en un nicho tan conveniente.]

[Cierto…]

Lo que yo tenía que otros boticarios no tenían era que no tenía que preocuparme de los monstruos mientras recogía hierbas. También podía llegar a la montaña en pocos minutos, cuando de otro modo alguien tardaría un día, quizá medio día si hubiera puesto una cantidad normal de puntos en una habilidad que aumentara la velocidad de movimiento. Era una gran ventaja, pero sin una diferencia en las propias medicinas, eso no supondría un aumento significativo de las ventas.

[Como mucho, sólo ayuda cuando nos quedamos sin medicinas.] — murmuré. En un solo día, podría conseguir un suministro más que suficiente para vender, y sólo me llevaría medio día si limitaba mi recolección a lo que realmente se necesitaba.

[¿Tienes alguna idea?] — pregunté.

[Hmmmm.] — reflexionó Rit, cerrando los ojos.

Probablemente estaba conectando con su bendición y comprobando de nuevo si había algo que pudiera hacer con las habilidades que tenía.

[¿Podríamos intentar hacer una poción mágica usando magia espiritual? Podría trabajar en ella junto a ti.]

[Sí, eso podría ser una posibilidad. Si la anunciamos como hecha con tu magia, probablemente se vendería entre los aventureros de Zoltan.]

Dicho esto, la bendición de Rit —Explorador Espiritual— estaba fundamentalmente en el árbol del Guerrero. Su magia era más bien una carta de triunfo, que funcionaba mejor como un as oculto bajo la manga.

[Sé que mi magia no es realmente tan fuerte.] — dijo Rit, pareciendo un poco deprimida.

Probablemente se había dado cuenta de mi expresión. La chica rubia era consciente de que su magia era más complementaria que principal. Eso era obvio por el hecho de que utilizaba un estilo de lucha con dos espadas que ocupaban sus dos manos, aunque tuviera que usar sus dedos para hacer un sello para activar sus habilidades mágicas.

[Aparte de eso… Sí, no tengo nada!] — Rit levantó ambas manos, lanzándolas hacia arriba en señal de derrota. En general, las habilidades proporcionadas por las bendiciones estaban orientadas a la batalla. Había cientos de habilidades de armas diferentes, pero todo lo relacionado con la fabricación de medicinas estaba cubierto por unos pocos niveles de habilidades de Preparación: elemental, intermedio y avanzado. Era un número bastante reducido de rangos, a pesar de la gran variedad de curas.

Las bendiciones se crearon con el propósito de crear conflictos. Eso era lo que enseñaba el clero de la Santa Iglesia. Si me preguntan, eso queda claro sólo por la amplitud y profundidad de las habilidades de combate en comparación con la estructura de niveles más vaga de las habilidades productivas. Esto significaba que, en lo que respecta a la medicina, a menos que contratáramos a alguien con Preparación Intermedia o superior, no había mucho más que pudiéramos hacer.

[Es algo difícil de resolver, aunque tu cocina sea tan buena.] — dijo Rit.

Parecía estar disfrutando de los bocadillos de rábano blanco y pulpo en escabeche que había sobre la mesa. Aunque la chica lo elogió mucho, lo único que hice fue hervir el pulpo antes de encurtirlo. Luego espolvoreé un poco de sal sobre el rábano. Gracias a mi habilidad en la cocina, hasta los platos más sencillos salían bastante bien.

[¿Tal vez sea eso? ¿Quizás podrías vender comida en la botica?]

[No seas tonta. Todo lo que tengo es Cocina Elemental, y es sólo el nivel uno. No hay manera de que pueda competir con un chef profesional.]

[Con lo bien que sabe incluso este tipo de cocina, creo que probablemente funcionaría.]

[Servir comida significaría una tonelada de trabajo extra. No se podría decir que este lugar está ocupado, pero no es tan poco trabajo como para poder hacer un trabajo totalmente diferente al mismo tiempo.]

[Supongo que sí. Lástima.] — respondió Rit, con cara de decepción.

Pero un boticario que sirve comida… Eso era algo de lo que nunca había oído hablar. Empecé a reírme un poco inconscientemente, pero luego…

[¿Un boticario que sirve comida?] — Algo de lo que dijo Rit había despertado mi interés, y me puse a pensar en ello.

[¿De qué se trata? ¿De verdad estás pensando en tener también un restaurante?]

[No, eso no… Pero hay algo que quiero probar.] — dije mientras me levantaba. Rit parecía interesada, siguiéndome por detrás mientras preguntaba qué se me había ocurrido.

Tomé unas hierbas en polvo para reforzar el sistema inmunitario. Por lo general, la planta se utilizaba como preventivo contra la fatiga y la enfermedad y era bastante eficaz en el tratamiento de resfriados y otras enfermedades leves. Sin embargo, su sabor era extremadamente amargo. Era el tipo de medicina que uno querría dar a los niños con sistemas inmunitarios más débiles, pero no era raro que la vomitaran después de beberla por lo horrible que era su sabor.

Disolví un poco de polvo en agua y lo mezclé con mermelada de manzana. Luego cogí la mermelada y la extendí alrededor de una masa de tarta y la metí en el horno. Gracias a mi habilidad de preparación elemental, pude proteger el ingrediente activo del calor. Y gracias a mi habilidad de cocina elemental, pude preparar el plato para que el sabor amargo de la medicina ayudara a resaltar el dulzor de la mermelada. Sólo tardé diez minutos en hornear la corteza.

[Creo que podría utilizar la medicina como ingrediente en la cocina!]

Rit parecía totalmente desconcertada; no se había planteado algo así antes. Cogí la tarta dorada.

[¿Qué tal una prueba de sabor para ver cómo funciona?] — le ofrecí mientras cortaba el pastel por la mitad con un cuchillo. Al menos parecía una tarta de mermelada perfectamente normal. Rezando por el éxito, cada uno de nosotros probó un bocado.

[Está bastante bueno!] — dijo Rit.

[Sí, el amargor de la medicina no sobresale en absoluto de esta manera.]

De esta manera, ni siquiera un niño tendría que sentir que estaba tomando una medicina de horrible sabor.

[Con una tarta, no se conservará mucho tiempo, así que tal vez debería ir con galletas. Lo intentaré también.] — añadí.

[Entonces, ¿Qué tal si horneamos un montón de galletas más pequeñas para usarlas en las pruebas de sabor públicas? Es sólo un suplemento nutricional y un refuerzo del sistema inmunológico, así que no debería haber ningún problema si la gente sana también las comiera, ¿Verdad?]

[Sí, es una buena idea.]

[Mañana iré a repartirlas!]

Los dos nos dimos la mano felizmente. El día siguiente se presentaba divertido.

 

▼▼▼▼

Al día siguiente, Rit cogió una cesta llena de galletas y se dedicó a repartirlas entre los campesinos y aventureros del distrito norte y las zonas obreras de Zoltan. Mientras lo hacía, ofrecía una prueba de sabor a los pocos clientes que se acercaban a la tienda.

[La respuesta fue buena!] — informó emocionada.

[Lo mismo digo.] — respondí.

Los dos estábamos radiantes mientras nos mirábamos. Sin embargo, si íbamos a ser capaces de venderlas, tardaría un poco más en saberlo con seguridad. Apenas se me pasó por la cabeza ese pensamiento, sonó el timbre de la puerta.

[Disculpe.]

[Bienvenida!]

Una mujer que parecía un poco cansada entró en la tienda. Se llamaba Maribelle, si no recuerdo mal. Era una madre del lado obrero de la ciudad.

[He oído que tienen una medicina en forma de galleta aquí…]

¿Podría ser que el negocio ya estuviera rindiendo frutos?

[Sí, así es. En este momento, tenemos una galleta que mejora los nutrientes y es eficaz contra los resfriados. ¿Le gustaría probar una muestra?]

[Oh, esa amarga medicina…]

Le ofrecí una de las pequeñas galletas. Tras dudar un momento, se armó de valor y la mordió.

[! Qué buena! Puede que mi hija sea capaz de comer esto sin vomitar. Aunque mezcle la medicina con leche, siempre le cuesta retenerla, así que no sabía qué hacer.] — Maribelle sonrió y añadió — [Me gustaría comprar un poco, por favor.]

 

▼▼▼▼

Al parecer, la noticia de la medicina se extendió rápidamente de boca en boca. Antes de que cayera la noche, varios clientes se habían detenido para comprar algunas galletas medicinales.

[Quisiera cinco, por favor.]

[Por supuesto.] — respondió Rit.

De pie en el mostrador, envolvió con destreza las galletas en bolsas. Ya no quedaban las galletas más pequeñas para probar el sabor. Pero incluso sin ellas, ver a una persona tras otra comprando las pequeñas cosas hizo que otros clientes también quisieran conseguir algunas, y en un abrir y cerrar de ojos, las galletas se estaban vendiendo rápidamente.

En sólo treinta minutos…

[Lo siento muchísimo, pero este era el último lote de hoy. Sin embargo, mañana haremos más, así que por favor vuelvan a venir.] — Rit y yo acabamos pidiendo disculpas a los clientes mientras levantábamos las cestas vacías.

Una vez que todos los clientes se fueron, los dos nos sonreímos con cara de satisfacción. Luego chocamos los cinco.

Las galletas no eran en absoluto increíblemente rentables, pero era gratificante poder venderlas por completo de esa manera. Además, tener tantos clientes en la tienda, que normalmente estaba bastante vacía, hizo que me sintiera como si realmente estuviera dirigiendo mi propio negocio por primera vez.

[Tenía que ser Red! Realmente eres increíble!]

[No, fue sólo gracias a tus consejos.]

[¿En serio? … Me alegra oír eso.] — la cara de Rit se puso un poco roja. Algo en su aspecto era muy bonito. No pude evitarlo. La agarré y la levanté en el aire.

[¿Wah?]

Con mi tienda por fin en marcha, estaba un poco en la luna.

[Gracias por estar conmigo, Rit! Si no fuera por ti, me habría quedado aburrido y solo detrás del mostrador en una botica que nadie visitaba!]

Levanté a Rit y giré en círculos felizmente. Había dicho algo increíblemente embarazoso, pero en ese momento no me había molestado.

A pesar de ser tan asertiva cuando hacía su propio planteamiento, cuando yo era el proactivo, Rit terminaba sonrojada sin saber cómo reaccionar a ello.

[S-Sí… Creo que, de lo contrario, siempre habría estado sola en Zoltan, así que… me alegro de poder estar contigo.] — murmuró Rit mientras se volvía carmesí y ocultaba su alegre sonrisa tras el pañuelo azul que llevaba al cuello.

Desgraciadamente para ella, yo era un antiguo miembro del grupo de la heroína curtido en mil batallas. Mi habilidad de Percepción era bastante alta, así que no tenía el tipo de oídos que se perderían convenientemente esa línea.

[Voy a recordarlo, palabra por palabra.] — dije.

La cara de Rit se puso más roja y se hundió en mis brazos. Estaba claro que sonreía, aunque lo ocultara bajo el pañuelo. Podía saber perfectamente lo que sentía, incluso sin la habilidad de leer la mente.