Capítulo 2: Mi rutina matutina entre semana con mi amiga de la infancia.
«Muy bien, ya está hecho!»
Es una mañana normal entre semana en mi sala de estar mientras termino de escribir el nuevo capítulo de mi novela web ‘Viviendo una dulce vida con una belleza fría y de lengua afilada’ y sólo puedo exhalar un suspiro mientras lo subo.
«¿Has terminado de escribir, Onii?»
Me pregunta Karen, mi hermana menor, que está en quinto grado, mientras se atiborra de tostadas francesas.
«Maldita sea, he echado demasiado sirope otra vez.»
«¿Otra vez? Pásame el sirope Onii.»
«No te interesan mis problemas…»
Le paso el sirope y me muetra una sonrisa inocente.
«Esto es para ti Onii.»
«Ah, gracias.»
Empiezo a comer la tostada de huevo y cebollino que ha preparado Karen. Su desayuno es tan bueno como siempre. La capa exterior es crujiente, pero una vez que la muerdes, puedes sentir la esponjosidad y la dulzura que saltan a tu boca. Puedes sentir el cebollino en la parte posterior de la garganta mientras sigues comiendo y el huevo cocido blando se extiende por toda la boca mientras se deshace. Después de gastar toda mi energía escribiendo, esta tostada es la forma perfecta de recargarme.
«Estaba deliciosa, gracias!»
«Eso fue rápido, eres una Dyson!» (NT: Marca de aspiradoras.)
«¿A quién llamas aspiradora?»
Por cierto, nuestros dos padres están siempre de viaje de negocios, así que rara vez están en casa, lo que nos deja las tareas a Karen y a mí. Karen es una cocinera espléndida, así que no tengo problemas en dejarle eso a ella, mientras yo hago todo lo demás. Limpiar el baño, sacar la basura, lo que sea.
Yo diría que es un intercambio justo. Las increíbles habilidades culinarias de Karen no requieren tanto trabajo, así que todo está bien. De todos modos, mientras doy un sorbo a mi café matutino, Karen empieza a hablar.
«Estás escribiendo una dulce historia de amor, ¿No? He leído un poco y es aburrida.»
«¿Es así? Bueno, si te interesan las cosas que escribo, me preocuparía más.»
Como hasta ahora he vivido una vida escolar tan poco satisfactoria, mi historia es mi único refugio para el dolor. Para los estudiantes de primaria con un futuro brillante por delante, mi historia no les serviría de nada.
«Oh, pero se la recomendé a uno de mis compañeros de clase, Ishikawa-kun, y lloró cuando la leyó!»
«¿Está bien?»
Ping
Oigo el sonido de la notificación procedente de mi laptop.
«Ah, ha llegado.»
«¿Algunas críticas?»
«Sí.»
«¿Nira-san?»
«Así es.»
Nira, que es su nombre de usuario, es uno de mis fieles seguidores. No importa cuando publique un capítulo, siempre publicará una reseña en 10 minutos, es honestamente impresionante.
[Este capítulo fue bueno! Me encantó cómo Maika-chan abrazó a Ryousuke-kun como una madre, esa escena me hizo llorar! Gracias autor, eres el mejor!]
Es un mensaje sencillo, pero lo entiendo perfectamente.
«Ahh, gracias, Nira-san.»
Siento que mi corazón se calma.
[Este capítulo fue bueno!]
Al leer esas palabras, me siento realmente a gusto. Es gracias a los lectores que tengo la voluntad de seguir escribiendo con constancia. Le debo mucho a Nira-san.
«Hmm, cómo responder… Ah! Nira-san, aprecio tus comentarios en cada capítulo! Yo también lloré al escribir esa escena, me hace fe—»
«Onii, estás actuando raro.»
«Es una escena muy conmovedora que aún no entenderías.»
Karen me dirige una sonrisa sarcástica. Parece que a medida que va creciendo, va aprendiendo a atormentar a la gente. Sinceramente, estoy un poco preocupado por cómo terminara en el futuro.
Ding Dong
Justo cuando pulso la tecla ‘Enter’ para enviar el mensaje, oigo sonar el intercomunicador.
«Parece que Rin ha venido, Onii.»
«Ya es hora de ir a la escuela, eh…»
Cierro la laptop, la meto en mi bolso y me levanto.
«Muy bien, vamos.»
«De acuerdo!»
Salimos de la sala y abro la puerta principal.
«Buenos días Tohru-kun.»
Está mi amiga de la infancia, Rin Asakura, llevando su pulcro uniforme y elegante como siempre. Su larga melena negra se agita con el viento de marzo y el sol brilla en su regio rostro. Realmente parece una diosa guiándome a la tierra sagrada. Cuando está a punto de decirme algo, oigo su respiración, que suena como el instrumento de un ángel.
«Veo que eres el mismo de siempre, con esa cara podrida que tienes.»
Arruinando el ambiente, como siempre.
«Hey, es mi cara de negocios. Tengo que seguir el ritmo de la media bursátil Nikkei.»
«¿Esa es tu cara de negocios?»
«Lo siento, lo siento, lo haré mejor la próxima vez!»
Rin me mira fijamente mientras hago una reacción exagerada.
«Vamos, no tenemos tiempo para holgazanear y charlar, vayamos ya a la escuela.»
Con eso, Rin se da la vuelta.
«Espera un momento, Rin.»
Se detiene y nuestras caras están a punto de tocarse.
«He—»
Siempre oculta sus emociones, así que es la primera vez que la veo tan vulnerable. Su cara está un poco roja y tiembla un poco, mi curiosidad se apodera de mí, así que le pregunto al respecto.
«¿No tienes los ojos un poco rojos?»
«Tss…»
Chasquea la lengua.
«¿Te pasa algo?»
«Antes estaba bostezando, eso es todo.»
Está mintiendo, me doy cuenta inmediatamente. Siempre que miente, mueve los ojos a izquierda y derecha rápidamente. Comprendo sus manías con facilidad.
Lo sé porque soy su amigo de la infancia.
No sé exactamente qué es lo que le molesta, pero hay algo.
Lo sé porque soy su amigo de la infancia.
«Por qué me miras fijamente, es asqueroso.»
«No te estoy mirando.»
Probablemente leyó un manga shoujo muy conmovedor. No parece del tipo que le gustan esas cosas, pero es una fanática del anime y de la ficción juvenil y llora fácilmente.
Soy su amigo de la infancia, así que debería hacer algo para animarla.
«Si tienes algo que te preocupa, dímelo y te ayudaré como pueda.»
«¿Ayu… darme?»
Rin cierra el puño frente a su pecho.
«¿Qué?»
«Nada, vamos perro.»
«Hey, pensé que te había dicho que dejaras de llamarme así.»
Noto que la boca de Rin se levanta un poco, pero vuelve a su expresión normal después de un segundo. Y así empezamos a caminar y me pierdo en mis propios pensamientos.
Hablar con Rin es muy divertido. Hemos pasado diez divertidos años juntos y no necesitamos contenernos el uno con el otro. No puedo tener este tipo de relación con ningún otro de mis compañeros. Hacer el tonto con Rin cada mañana es lo mejor.
Y así, continuamos nuestro paseo, manteniendo una distancia de 30 cm. Llegamos a la estación, subimos al tren y nos bajamos cuando llegamos a la estación más cercana a nuestra escuela. Seguimos bromeando mientras llegamos a la escuela. Estamos en clases diferentes, así que una vez que llegamos a ella, es hora de despedirnos.
«Nos vemos.»
«Sí, nos vemos. Haz tu mejor esfuerzo hoy.»
Las últimas palabras que nos dirigimos están pintadas con un sentimiento de dolor, ya que nos resistimos a separarnos. Y, sin embargo, nos dirigimos por caminos separados. Mi pecho se siente cálido y confuso.
Hoy ha sido un buen día.
Sin embargo, esa sensación de calidez pronto se convertirá en desesperación unas horas más tarde.