Capítulo 6: La Reina de la Oscuridad, Mona y el Primer Ministro de Nargol, Loughas
La Reina de la Oscuridad Mona estaba visitando cierto lugar en el Palacio del Rey Demonio.
“Si no es Mona-sama! Bienvenida a mi humilde oficina.”
En cuanto ella entró a la habitación, un anciano la recibió, el dueño de esa habitación. Ese anciano se inclinó respetuosamente a Mona. Lucía como un humano normal con un cuerno que salía de su cabeza, similar al de Runfeld. Ese anciano era Loughas, quien era un pez gordo entre los Dioses Oscuros al igual que Modes, el esposo de Mona.
Él, el Dios del Conocimiento, se fue junto con Modes a Nargol cuando el ultimo fue expulsado de Elios. Ahora trabajaba como el primer ministro de Modes. A pesar de su vasto conocimiento, su poder de pelea era extremadamente bajo, por tanto, no participó en la pelea contra el Héroe de la Luz.
“Alza tu cabeza, Loughas.”
Loughas se enderezó en cuanto Mona le ordenó. Invitó a Mona a sentarse en la silla para invitados preparada al centro de la habitación.
“¿Puedo preguntar qué asunto tiene conmigo hoy, Mona-sama?”
“Loughas, ¿Qué es lo que piensas acerca de Kuroki-dono?”
“¿Mi impresión acerca de Kuroki-dono?”
Todos en el palacio del Rey Demonio, incluido Loughas, vieron la pelea en la cual Kuroki pudo herir mortalmente al Héroe de la Luz.
“Es una persona extremadamente poderosa pues derrotó al Héroe de la Luz. Pienso que es tranquilizante tenerlo como aliado.”
“Sí, Kuroki-dono es extremadamente poderoso. Derrotó fácilmente a ese estúpidamente poderoso Héroe de la Luz. Pero, ¿Eso no hace que quieras reconsiderar tu opinión acerca de Kuroki-dono?”
Loughas inclinó un poco la cabeza en respuesta a la pregunta de Mona.
“¿Reconsiderar mi opinión?”
“Deberías estar al pendiente de la profecía de Casa, ¿Cierto, Loughas? Ella dijo que el Héroe que puede derrotar a Modes-sama era un hombre que vino del Mundo Espiritual. Esa profecía no está limitada al Héroe ya que decía ‘Hombre’. Y como ya estás enterado, Kuroki-dono también es un hombre del Mundo Espiritual.”
“!”
Loughas estaba perplejo.
“No me diga… Mona-sama, usted…”
“Sí, Kuroki-dono probablemente sea un Héroe también. Debemos prepararnos por si acaso intenta matar a Modes-sama.”
Loughas se agitó aún más.
“Pero Mona-sama! Usted de todas las personas debería saber que es casi imposible que nuestro lado luche contra Kuroki-dono, especialmente con el ejército del Rey Demonio que quedó destrozado luego de la invasión de ese Héroe!”
Reconstruir su ejército debería ser bastante fácil si fuera uno de Goblins, con su alto radio de fertilidad, o un ejército de Zombis, que solo necesitaba de cadáveres. Pero llevaría más tiempo para las otras razas menos fértiles.
El daño era devastador, especialmente con Runfeld y la Raza Daemon. Mona recordó que los Caballeros Oscuros, cuyos miembros eran seleccionados de la élite de la raza Daemon, fueron casi destruidos por el Héroe hace apenas unos días.
“Mona-sama, a pesar de sus alargadas esperanzas de vida, la raza Daemon tiene un radio de fertilidad bajo. Tomará mucho tiempo para volver a ganar la antigua gloria del anterior ejército.”
Explico Loughas.
“Sí… Runfeld también obtuvo un dolor de cabeza a causa de eso.”
“También, aún si nuestro ejército recuperara su antigua gloria, no me imagino que gane contra Kuroki-dono.”
El Héroe de la Luz destruyó el ejército del Rey Demonio. Para Loughas, era casi imposible derrotar al hombre que venció a ese mismo Héroe de la Luz, considerando si su ejército aún tuviera su anterior fuerza.
“Kuroki-dono es el arma más fuerte del ejército del Rey Demonio por el momento. Ya se volvió en el Héroe de la raza Demonio. De ser posible, no quiero considerarlo como enemigo.”
Loughas tenía una expresión preocupada. No quería destruir la moral de la raza Demonio, la raza principal en Nargol.
“Comparto también la misma opinión de no querer ser enemiga de Kuroki-dono. Solo quiero que nos preparemos para el peor de los casos.”
“Uhm, Mona-sama, le ha dicho a su Majestad acerca—”
“No, aún estoy por contarle a Modes-sama acerca del potencial peligro que representa Kuroki-dono. Además, parece que le tomó gusto, diciendo que tienen el mismo tipo de ‘olor’.”
Modes, el amado esposo de Mona, le dio a Kuroki una calurosa bienvenida. Ni siquiera consideró la posibilidad de que Kuroki podría traicionarlo.
“Más que nada, Modes-sama es alguien que no puede mentir. Su preocupación podría aparecer en su actitud si le digo de ese peligro potencial. Es por eso que no debes contarle acerca de esto, Loughas. Te lo digo a ti, la persona más sabia en Nargol, de idear una solución si mis preocupaciones son ciertas. Comencemos a reunir información acerca de él para así descubrir su debilidad.”
“Ya veo… ciertamente necesitamos más información acerca de él… comprendo, Mona-sama. Adjuntemos a alguien para que sea el sirviente de Kuroki-dono. Esa persona tendrá que descubrir si Kuroki-dono intenta traicionarnos o no.”
“Entonces te lo encargo, Loughas.”
Luego de intercambiar una o dos palabras más, Mona se retiró de la oficina de Loughas. Ella reflexionó la actitud de Loughas. Ni siquiera él consideró a Kuroki como un peligro para la vida de Modes.
“Ni siquiera Loughas, la persona más sabia en Nargol, se dio cuenta de ese peligro potencial.”
Mona acabó más irritada que antes. Ella consideraba a las personas que venían del Mundo Espiritual como herramientas peligrosas.
Y con ello, juró proteger a su amado esposo.
“Permita que Mona proteja su espalda, mi amado Modes-sama.”