Prólogo IV: Cachorrito
«Um… ¿Está buscando algo?» — Me preguntó el dependiente. Agradecí la preocupación, pero tenía que hacer otra cosa en ese momento.
«Disculpe, voy a volver más tarde para comprar esto. ¿Podría guardármelo?»
«Sí, sólo tengo que guardarlo hasta que vuelvas, ¿Cierto?»
«Sí, gracias!»
No tuve tiempo de anotar mis datos de contacto, así que dejé mi manual de estudiante como prueba de identidad y salí de la tienda.
Caminé por una calle empedrada en dirección a la estación. En ese camino, vi un grupo de chicos y chicas con uniformes escolares.
Los dos chicos y las tres chicas que acababa de ver — una de ellas era Takane-san, que iba acompañada de una chica que parecía ser una senpai.
Fuera de la escuela, se le acercaron cuatro senpais. El hecho de que la reclutaran para un club demostraba que era una nueva estudiante prometedora.
No sabía nada de ella, si quería unirse al club o no.
Lo que iba a hacer podría ser superfluo. Por dejar que mi sentido de la justicia se descontrolara, podría acabar causando problemas a mis compañeros a los que todavía no conocía tan bien, y terminaría siendo odiado.
‘No es como si la estuvieran molestando o algo parecido. Ellos solo van a saludar.’
‘Es duro para Takane-san tener que ser reclutada así. Ya saben, definitivamente tienen motivos ocultos.’
No era un pensamiento pasajero y menos el que tuviera aspiraciones heroicas.
Simplemente no quería tener una ‘corazonada’ y no tomar ninguna medida.
Si me iba a casa y fingía que no había visto nada, seguramente lo lamentaría después.
El chico que estaba frente a Takane-san estaba hablando amablemente, y el chico que estaba a su lado estaba haciendo lo mismo. Las dos chicas también estaban tratando de convencerla.
«Se te da muy bien, sería una pena que lo dejaras después de la secundaria.»
«Aunque estés ocupada, ven a entrenar de vez en cuando. Esa sería una gran ayuda.»
No se dieron cuenta de mi presencia. Incluso cuando me acercaba lo suficiente para oírlos hablar.
Siempre me trataron como un personaje sospechoso que hablaba misteriosamente con Asatani-san, pero esa discreción me ayudaba ahora.
«Como he dicho muchas veces, no quiero unirme al club.»
«No digas eso. Hablemos de ello.»
«¿Por qué no vamos a esa cafetería de allí? Te invitaremos una bebida. Sólo danos 30 — no, sólo 15 minutos.»
«Sí, sí, incluso lo pagaremos. Él tiene un trabajo de medio tiempo, así que tiene mucho dinero.»
«¿Qué? ¿Yo? Sí, no me importa en absoluto si te unes a nosotros, Takane-san.»
«Así que…»
La voz de Takane-san se hizo un poco más fuerte. Pero los senpai no se lo tomaron en serio y se limitaron a reírse.
«… No pienso unirme a ningún club. Y no quiero hablar de ello.»
Luego hizo una reverencia y se dio la vuelta para marcharse, como si pensara que era inútil seguir hablando.
—Pero uno de los chicos agarró la bolsa de Takane-san y la detuvo a la fuerza.
«Estamos pidiendo un poco de tiempo, ¿Por qué no te quedas un rato?»
«……»
Era más inteligente quedarse y no ser visto por los senpai. Pensé en mi mente, fingiendo estar tranquilo.
Yo, el no tan inteligente, me saqué el dedo medio a mí mismo tan fuerte como pude. A la mierda con la calma.
Cuando pensé eso, ya estaba corriendo.
«Takane-san!»
Grité tan fuerte que me sorprendí a mí mismo. Los senpai, que no se habían dado cuenta de mi presencia en absoluto, finalmente se fijaron en mí.
«Me alegro de haber podido llegar antes de que te fueras. Hoy nos reunimos en la clase y nos preguntábamos si podrías venir con nosotros… Oh, senpais, ¿Qué puedo hacer por ustedes?»
«¿Qué pasa con este tipo? No puede leer la situación, ¿Cierto?»
«Dile a tus compañeros que esperen porque estoy hablando de algo importante con Takane-san.»
Sabía que me harían retroceder — pero la adrenalina parecía estar funcionando y la idea de retroceder nunca se me ocurrió.
«Es importante para nosotros también. Discúlpenme, senpais.»
«Oh hey…»
Estaba a punto de tirar de la mano de Takane-san, que era incapaz de moverse, y llevarla conmigo.
Pero el habitual ‘mal presentimiento’ se apoderó de mí. Uno de los dos chicos, que había estado sonriendo todo el tiempo, de repente se quedó sin expresión.
¿Qué estaba planeando hacer? Ahh… estaba intentando pisarme.
Me vienen a la cabeza algunos pensamientos sobre lo que debería hacer a continuación. No era una idea muy genial, pero si no se echaba atrás, lo haría retroceder aunque no quisiera.
«Whoa!»
Perdí el equilibrio cuando intentó pisarme el pie. Entonces caí y me encogí en el sitio.
«Ouch…»
«… Hey, ¿Qué estás haciendo? Eso es demasiado.»
«¿Qué? Oh, no he hecho nada…»
Las senpai empezaron a entrar en pánico, al igual que el chico que trato de pisarme que fingió estar tranquilo.
«Oh mierda… Hey, vamos!»
«Hey hey, ¿Qué vamos a hacer con este tipo?»
«No es el momento de hablar de eso…!»
Al parecer, los transeúntes se habían reunido — funcionó, pero ahora tenía que averiguar qué hacer a partir de aquí.
«¿Estás bien, Senda-kun?… Tenemos que curarte de inmediato.»
«Estoy bien. Puedo arreglármelas para caminar por mi cuenta.»
Apoyándome en el poste de alumbrado público, tiré de mí mismo y me levanté, mostrando a la gente que se había reunido que estaba bien.
Al entrar en un callejón apartado, finalmente miré hacia atrás.
… Takane-san, que me seguía, me miró con gran preocupación.
Siempre pensé que era una persona fría que rara vez sonreía, así que me sentí muy culpable por hacerla tener esa expresión.
«Oh… um… Lo siento. Pensé que podría ser innecesario…»
«… No, no lo fue. Me estabas ayudando, ¿Cierto?»
Takane-san se acercó a mí — y me quitó el polvo del uniforme.
«Lo siento, por mi culpa…»
En ese momento, no pude evitar revelar la verdad. Actué como si me hubiera caído cuando él levanto el pie, haciendo que pareciera que me habían puesto la zancadilla.
El principio básico de la defensa personal era no dejar que tu oponente hiciera lo que quisiera, y una de las cosas que practicábamos era hacer caer a tu oponente en su lugar. Al mismo tiempo, podías aprender a evitar ser derribado. En este caso, hice que pareciera que me habían puesto la zancadilla y fingí que me dolía algo. Fue una decisión improvisada, pero me alegré de que funcionara.
«Antes, estuve a punto de que me pisaran, así que lo evité. No me he hecho daño ni nada. Además, lo de reunirse en clase fue algo que dije de forma improvisada…»
«¿Por qué fuiste tan lejos?»
«Escuché rumores de que… Takane-san estaba pasando por un mal momento debido a que intentaban reclutarte y pensé que podría ser el caso ahora. Siento haber sido tan brusco, en serio.»
Desde el punto de vista de Takane-san, debe estar sorprendida si un chico de su clase se involucra de repente. Aunque se esforzara por salvarla, parecería un extraño fingiendo que se ha caído pareciendo despreocupado — no había otra opción más que marcharse lo antes posible.
El hecho de que hubiera oído rumores sobre ella también le haría preguntarse qué tipo de historias se estaban difundiendo sobre ella sin que lo supiera. Estaba seguro de que esa no era una buena sensación.
«Esos senpai no volverán, así que será mejor que vuelvas a casa. Cuídate, entonces…»
«……»
Antes de que pudiera terminar, me detuvo agarrando la manga de mi uniforme.
«¿Por qué intentas irte tan rápido? Pareces una persona que ha hecho algo malo.»
«Oh… Lo siento. No era mi intención…»
Los ojos de Takane-san, que me miraban directamente, eran agudos — pero también parecían preocupados.
Ella era alta, así que siempre parecía tranquila. Había decidido por ella porque vivía en un mundo diferente.
Takane-san era una compañera de clase. Si me reclutaran a la fuerza o me rodearan los senpai, me sentiría asustado.
«… Senda-kun, ¿Estás seguro de que no estás herido?»
«No, realmente estoy bien. No puedo mostrarte, pero no tengo ningún rasguño ni nada.»
«Me alegro de oír eso. Estaba realmente preocupada por ti. Pero ahora que lo mencionas, creo que fue una caída muy limpia.»
«Hahaha… Bueno, no tenía nada más útil que hacer.»
«No lo creo. Creo que fue genial, porque me ayudaste.»
No lo hice porque quería que estuvieras agradecida. Al final, sólo estaba siendo egoísta.
Me alegré de no haberme equivocado y de haber podido ayudarla. En ese momento me sentí realmente aliviado — eso era todo lo que necesitaba.
«…Entonces, voy a ir de compras y luego a casa.»
Estaba a punto de irme, diciéndole que tuviera cuidado en su camino a casa — cuando ella me detuvo una vez más.
Esta vez, tiró del dobladillo de mi uniforme. Fue sólo un ligero pellizco, pero no pude quitármela de encima.
«Senda-kun… ¿Eres el tipo de persona que se avergüenza cuando la gente le da las gracias?»
«No, siento que no es algo que debas agradecer…»
«Sería raro que no te diera las gracias por esto.»
«Sí, supongo que sí…»
Sentí que tenía que cambiar mi comportamiento cuando veo a una chica hermosa.
«Entonces… Uhm, lo siento Senda-kun, pero…»
Takane-san estaba tratando de decir algo que era difícil de decir.
«… ¿Qué?»
Los nervios me estaban afectando. Ya estaba nervioso para empezar, pero más presión sería demasiado.
«Después de lo que acaba de pasar… ¿Podrías… acompañarme a la estación de tren?»
«Oh… claro, por supuesto. Por supuesto.»
Supongo que se sintió mal por pedirme eso, pero debería ser responsable de ello. Si los de antes volvían, descubrirían que había mentido sobre la reunión con los de la clase.
«Entonces, ¿Nos dirigimos a la estación?»
«… Sí. Gracias, Senda-kun.»
Aunque era imposible, Takane-san parecía alegrarse de que yo aceptara, como si pensara que podría ser rechazada. No pude evitar sonreír ante la sonrisa que parecía florecer en su rostro.
Era alta y esbelta. Por no hablar de que parecía muy elegante y madura. Era una chica hermosa a la que la gente que pasaba por allí volteaban a mirar y le dedicaban una segunda mirada. Yo tenía algunos pensamientos sobre ella en ese sentido. La forma en que pellizcaba el dobladillo de mi uniforme y me seguía, parecía un cachorrito.