Motokano ni Maketakunai Prólogo VI

Prólogo VI: Mirada

Al final, no conseguí que Asatani-san leyera mi mensaje hasta la mañana siguiente. De alguna manera, hoy me levanté temprano y me puse a hacer algo que no solía hacer, estudiar por la mañana.

Luego, desperté a mi hermana, que no era una persona madrugadora, a tiempo para ir a la escuela. Mi hermana solía ir a una preparatoria femenina de la ciudad y estaba en su tercer año.

«Ruru-nee, será mejor que te levantes pronto o irás a la escuela con una tostada colgando en la boca.»

«Hmmm… tostadas… pescado en mi cerebro…» — Murmuró en sueños.

«Bien, estás despierta.»

No esperé a que se despertara. Nunca fue una buena dormilona, así que no era raro que levantara las sábanas y descubriera que su pijama estaba completamente retirado.

Normalmente acompañaba a mi hermana hasta el momento de desayunar y salíamos juntos de casa, pero hoy ya estaba preparado para salir.

Sentí que no debía mirar la revista hasta saber con seguridad por qué me había llamado Asatani-san — así que la revista con ella como modelo seguía en la bolsa sin tocarla.

Sabía que esa rectitud era completamente innecesaria en mi situación actual. De hecho, no estaba seguro de cómo comportarme cuando mis amigos varones compraran una revista que la tuviera a ella en su portada. Ese tipo de comportamiento no parecería más que el de un amor no correspondido.

«Nakkun… Buenos días. ¿Pasa algo? No tienes buen aspecto.»

«Sólo estoy teniendo un problema normal… Te has levantado antes de lo esperado.»

«Pensé que te ibas a ir primero, pero estabas ahí de pie con las cejas fruncidas. Tu hermana estaba tan sorprendida que casi abre su tercer ojo.»

«¿Qué dices tan temprano en la mañana?»

«¿Qué? Pensé que Nakkun se reiría si decía eso.»

Cuando lo decía de esa manera, era difícil negarlo. Sintiendo como si me hubiera descubierto, intenté no mirar directamente a mi hermana y le dije después de todos estos años.

«Tienes que quitarte esa costumbre de desabrocharte la ropa cuando te cuesta dormir.»

«Ehh… Nakkun, te comportas como un adulto. ¿Quién crees que lavó la ropa interior de Nakkun ayer?»

«Fue la lavadora automática.»

«Correcto! Nakkun se merece el derecho de doblar la ropa de su hermana con mucho cuidado!»

«Cuando tenga ganas. Ruru-nee, me voy primero.»

«Oh, has estado hablando con Kiri-chan toda la noche. ¿Te ha perdonado?»

Al contrario, no hubo respuesta cuando envié un mensaje — pero las palabras ‘te ha perdonado’ que Ruru-Nee debió decir casualmente, me atravesaron el corazón.

No podía negar la posibilidad de que Asatani-san estuviera enfadada conmigo por no haber respondido ayer. Pero estaba seguro de que no era el tipo de persona que se enfada porque sus amigos no le contestan.

«En el momento en que entraste a preparatoria, Nakkun empezó a preocuparse mucho por las chicas… ¿Es una especie de debut en preparatoria?»

Ciertamente, ser abandonado justo después de entrar a preparatoria era un fracaso de debut. Me pregunté si se me consideraría demasiado arrogante si digo que nunca tuve la intención de debutar en primer lugar.

Había más de diez o veinte cosas en mi lista de deseos que quería hacer cuando entrara a preparatoria. Por ejemplo, poder reunirnos e ir juntos a la escuela por la mañana. Pero incluso cuando todos mis deseos se convirtieron en sueños, todavía tenía que ir a la escuela.

Solía pensar que las personas que tenían problemas para ir a la escuela a causa de su vida amorosa eran demasiado dramáticas, pero cuando por fin me pasó a mí entendí cómo se sentían.

Aunque, la única razón por la que no me pesaba fue por mi hermana, que nunca se tomó las cosas demasiado en serio.

«Por si acaso Nakkun decide tener una cita. Tendré que conseguirte algo de ropa para ponerte. Onee-chan aún no ha recibido el pago de este mes, así que espera hasta final de mes. Si lo haces, te daré el dinero.»

«Sólo intentas usarme de maniquí… Tienes que usar tu dinero y tu tiempo de forma más inteligente.»

Cuando dije algo que sonaba como si me preocupara por el futuro de mi hermana, se conmovió tanto que me dejó marchar sin seguir molestando.

Si eres tan ingenua, entonces estoy realmente preocupado por ti como hermano menor, así que por favor sé más inteligente, Ruru-nee.

Montado en mi bicicleta urbana favorita, me dirigí a la escuela a través de la ciudad.

Todavía era temprano, así que no se veían muchos estudiantes caminando. Pasé por la puerta de la escuela, aparqué la bici en el aparcamiento que hay detrás del edificio escolar y respiré profundamente antes de empezar a caminar hacia el edificio de la escuela.

Desde aquí, podía encontrarme con Asatani-san en cualquier momento. A veces se tomaba un tiempo libre para trabajar, pero cuando venía a la escuela, solía llegar bastante temprano. Era una persona puntual por naturaleza. Antes de empezar a salir, una vez fuimos juntos a las actividades de nuestro club y llegamos quince minutos antes que todos.

Por aquel entonces, estaba tan ilusionado por pasar tiempo con Asatani-san que los dos llegábamos antes y establecimos una pequeña conexión.

El club de lectura y el de astronomía tenían pocos miembros, pero los presidentes de los clubes se llevaban bien entre sí, y a veces los miembros salían juntos en sus días libres. La mayoría de los miembros eran chicas. Según sus reglas, a mí, un hombre, no se me permitía mezclarme con ellas, pero en aquella época había varias razones.

(No sé qué cara debo poner cuando vea a Asatani-san… No, ahora sólo somos amigos, así que no es como si tuviera que hablar con ella. Pero al menos debería disculparme por no responder la llamada. No sé qué hacer.)

Estaba pensando en círculos, así que casi no me di cuenta de que había una respuesta a mi mensaje.

[Sólo era un pequeño recado, no te preocupes. Has estado ocupado, ¿Cierto, Nagi-kun?]

(… Asatani-san, ¿Todavía estás molesta?)

Si lo leía directamente, era un texto que comprendía mi situación por no poder contestar la llamada. Sin embargo, me pareció inquietante.

Me sentía culpable porque estaba con Takane-san en ese momento. No podía negarlo, pero la opción de no ir por Takane-san era imposible, incluso cuando lo pienso ahora.

Asatani-san no me había dicho el motivo de la llamada. ¿Debería preguntárselo en persona, o debería responder a este mensaje y terminar esto de una vez?

«… Um…»

«Oh, lo siento, estaba pensando en…»

Cuando alguien me habló, respondí por reflejo, y entonces me di cuenta de que la voz me resultaba familiar.

Me di la vuelta y Takane-san estaba allí de pie.

Se supone que no viene en bicicleta a la escuela, así que no tenía nada que hacer en el aparcamiento de bicicletas. No esperaba verla aquí en absoluto.

(… ¿Es posible que haya venido aquí por accidente? Tengo curiosidad por saber por qué está aquí.)

«Uhm… ¿Te acuerdas de mí?»

«No, no, ¿Cómo podría olvidarte? Buenos días, Takane-san.»

«……»

Pensé que la había saludado casualmente, pero Takane-san reaccionó fuertemente — ¿Era tan inesperado mi saludo como para mirarme con los ojos tan abiertos?

«… Buenos días, Senda-kun.»

Una vez que la ves, aunque nunca le hables, es poco probable que la olvides.

El aspecto de hoy era un poco diferente al de ayer — las puntas de su largo cabello estaban sueltas y rizadas. Incluso una diferencia tan leve podía cambiar la impresión que solía dar. Sin embargo, estaba seguro de que seguiría siendo hermosa, sin importar el estilo que llevara.

«Gracias por lo de ayer.»

«No fue nada. ¿Cómo te fue en tus clases?»

«Gracias a ti, llegue a tiempo. Mi profesor de piano es de los que se van si no estoy delante del piano a tiempo, así que me alegro de haber llegado con un margen de tiempo.»

«Así que también tocas el piano, Takane-san. He oído que también se te da bien el tenis. Envidio tu versatilidad.»

«No, no… Es solo que lo hago desde que era una niña.»

No creía que la palabra ‘polifacética’ le encajara, ya que parecía que se había esforzado mucho.

Aun así, no tenía intención de continuar con el tenis en preparatoria. Si a mí me reclutaran esos senpai, ni siquiera querría seguir jugando, pero estoy seguro de que Takane-san no lo dejaba por esa razón.

«Estoy pensando en unirme a un club cultural en preparatoria… Me gustaría seguir jugando al tenis para mi disfrute personal.»

«No soy muy bueno, pero me gusta bastante el tenis.»

«Sí, a mí también. Juego al tenis porque me gusta. Y me seguirá gustando.»

«Oh, ya veo…»

‘¿Qué estás pensando?’ — Te preguntarás, pero cuando Takane-san dijo repetidamente ‘gusta’, me sentí inquieto.

(Si la miras de nuevo, es demasiado hermosa… Para que una chica tan bonita venga a hablarme por su cuenta, debe ser un ángel.)

Una chica genial e inaccesible, o algo parecido, fue la impresión que me dio al mirarla.

Su manera tranquila de hablar y su voz clara que parecía empapar tus oídos te tranquilizaban de manera natural cuando la escuchabas.

«¿Has decidido ya a qué club unirte, Senda-kun?»

«Si voy a unirme a un club, tengo que decidirlo pronto… Todavía no he podido visitar ningún club, así que quizá vaya hoy.»

«Oh, um… Si no te importa, ¿Puedo pedirte que me avises una vez que decidas a qué club quieres unirte?»

Me preguntaba si Takane-san quería escuchar a qué club me iba a unir y usarlo como referencia. Eso está totalmente bien, pero para ser honesto, no estaba seguro de que Takane-san encontrara útil mi elección demasiado normal.

En esta escuela, no era obligatorio unirse a un club. El folleto de admisión decía: ‘Se recomienda que te unas a un comité, a una actividad relacionada con la escuela o a un club’.

Así que podía elegir no unirme a un club, pero mi hermana insistió en que me uniera a uno. Quería que me uniera al club de teatro y que interpretara el papel principal frente a Asatani-san. Eso es tener demasiadas esperanzas. Me parecía bien unirme a cualquier club que tuviera buena pinta.

«Entiendo, te lo haré saber cuándo me decida.»

«¿En serio?»

«Por supuesto. Oh, sí, también tengo curiosidad por saber a qué tipo de club te gustaría unirte, Takane-san.»

«Eso… bueno… no puedo decirlo todavía.»

«Si todavía es un secreto, no tienes que decírmelo. Estás practicando música en casa, ¿Cierto? ¿Así que tal vez quieras hacer otra cosa?»

«… Es un secreto. Te lo diré cuando me digas lo del club, Senda-kun.»

Esto había sido… un intercambio equivalente muy directo.

Sin embargo, en el aula, era difícil hablar con Takane-san. Ella y Asatani-san eran las dos chicas más populares de la clase, y siempre estaba rodeada de otros compañeros.

Si quería poder contactar con ella, tendríamos que intercambiar información de contacto. Justo cuando estaba a punto de preguntarle, el número de estudiantes que llegaban a la escuela aumentó, y el aparcamiento de bicicletas empezó a llenarse.

«Ya es hora… ¿Nos vamos ya?»

«Sí, esto — ¿Quieres caminar conmigo?»

Takane-san y un chico aburrido estaban caminando juntos. No era difícil imaginar la cantidad de miradas acaloradas que recibiría de la gente preguntándose de dónde demonios salí.

«¿Vamos…?»

Las palabras eran sólo un poco diferentes, pero había una gran diferencia con respecto a la primera vez

Los ojos de Takane-san estaban un poco húmedos. Parecía ansiosa, y cuando la miré, no pude evitar sentirme protector con ella. Parecía un cachorrito.

(¿Se me permite ir a clase con Takane-san?)

Vivíamos en mundos diferentes. La cima de la casta escolar y un plebeyo. Los eventos de ayer fueron especiales, y hoy, Takane-san y yo íbamos a ir a clase juntos.

Una a una, todas las cosas que eran malas se desvanecían. No quería que se acabara este tipo de vida cotidiana pacífica, pero no parecía que fuera a continuar.

Ayer, era algo natural. Me acordé de eso y me controlé. Me autosugestione para que el resto no importara hasta llegar a clase. Me di a entender que era invencible.

«Sí, vamos.»

«… Sí!»

Respondió con mucha alegría. Pude ver las orejas de perro de Takane-san y su esponjosa cola moviéndose en el aire.

▼▼▼▼

Mientras salía de la parte trasera del edificio de la escuela, tuve una ‘corazonada’.

Los dos chicos que habían intentado reclutar a Takane-san ayer estaban de pie cerca de la entrada de la escuela. Si la hubieran emboscado, los profesores habrían sido notificados, así que estaban dando vueltas y fingiendo esperar a alguien.

«… ¿Qué debo hacer?»

Miré a Takane-san, que me seguía desde un poco atrás. Al principio, no pude ocultar mi inquietud, pero luego me miró con firmeza y dijo,

«Por favor, préstame tu fuerza de nuevo, Senda-kun.»

«Entendido. Entonces, hablemos de lo de ayer.»

La situación que hacía que Takane-san se sintiera incómoda en su camino de ida y vuelta a la escuela tenía que cambiar fundamentalmente.

Este era el primer paso hacia eso.

Reduje el ritmo de mi marcha. Takane-san, que lo notó, aceleró un poco su paso.

Los dos caminamos uno al lado del otro. Y entonces mantuvimos una conversación informal.

«Ayer compré unos bollos de crema y a toda mi familia les encanto. Mi hermana estuvo a punto de comerse dos, pero se contuvo.»

«… La hermana de Senda-kun parece muy amable.»

«Bueno, ¿Por qué piensas eso?»

«Porque es la hermana de… Senda-kun.»

«Sin embargo, yo no soy tan amable. Hay mucha gente más amable que yo.»

«Si todos fueran como tú, no habría guerras en el mundo.»

(Pensé que estaba hablando de algo normal, pero parece que… la opinión de Takane-san sobre mí es mucho más alta de lo que imaginaba…)

Mientras hablábamos, los dos chicos del club de tenis se fijaron en Takane-san. Primero sonrieron, luego me miraron caminando a su lado, y su expresión cambió visiblemente.

«Oi… ese chico, ¿Por qué está con Nozomi Takane?»

El senpai, que se suponía que estaba muy confiado, llamándola ‘Nozomi-chan’ de manera familiar, se sorprendió por decir lo menos.

«Ehh… Imposible. No me digas que esos dos…»

Y el otro dijo titubeante. Con esto, si tenía segundas intenciones para reclutar a Takane-san, le sería muy difícil hacerlo ahora.

(Es buena idea estar atento a esos tipos en el futuro, ya que es probable que no se rindan tan fácilmente.)

De repente sentí que me estaba perdiendo algo muy importante.

«Senda-kun, le has prestado a Asatani-san tus cuadernos, ¿Cierto?»

«… Oh, sí, Asatani-san y yo fuimos a la misma escuela secundaria.»

No es que estuviera diciendo algo malo. Sin embargo, parecía que estaba usando ‘la misma escuela secundaria’ como excusa, y eso me hizo sentir molesto.

«Senda-kun es capaz de llevarse bien con chicos y chicas sin distinción. Yo no puedo hablar con los chicos… así que tengo que arreglar mi timidez.»

No creía que Takane-san fuera tímida en absoluto, pero sí que era, digamos, extremadamente reservada.

Era una chica genial, talentosa y hermosa a la que era difícil acercarse. Sin embargo, si hablabas con ella, encontrabas partes que no coincidían con su apariencia y poco a poco aparecían más encantos.

Por el tipo de chica que era, era imposible que la gente la malinterpretara si la veían paseando con una persona corriente como yo. Por eso, caminábamos hablando entre nosotros porque intentábamos alejar a los reclutadores.

«¿Esos dos están saliendo?»

«……»

«¿Qué…?»

Miré hacia quien acababa de decir eso. Era un grupo de chicas.

Una de ellas era Asatani-san. La voz que acabo de escuchar no era la de Asatani-san, sino la de la chica que estaba a su lado.

Asatani-san nos miró. La mirada en sus ojos era algo que nunca había visto antes.

Era como cuando interpretaba su papel como Kiritani Noa. Una expresión que tiraba de mi fibra sensible hasta el punto de no poder apartar los ojos de ella.

La mirada que me dirigía parecía no sentir el tiempo y se desviaba como si no hubiera pasado nada. A pesar del silencio de Asatani-san, las dos chicas que estaban con ella siguieron hablando.

«Tal vez sólo se encontraron de camino a la escuela. Esos dos no parecen tener ninguna conexión.»

«Takane-san es muy popular, ¿Cierto? Es poco probable que ella se sienta atraída por él.»

«No es bueno iniciar rumores. Las escucharán.”

«Oh… lo siento Noarin, espera no… Asatani-san.»

«Les he dicho que no llamen así!»

Asatani-san impidió que sus amigas cotillearan.

Ella era así. Ella era una celebridad así que sabía que muchas cosas podían ser especuladas y escritas en internet. Ella nunca difundía rumores que no fueran ciertos.

«…….»

«¿Takane-san?»

«No… está bien. No es nada.»

Takane-san sonrió para sí misma. Parecía que no se sentía ofendida por los rumores que se escuchaban.

Me puse los zapatos de la escuela y me dirigí al aula. Pensé que tendríamos que separarnos en ese momento, pero Takane-san me esperó.

De camino al aula, Takane-san me hablo mientras caminaba a mi lado, llamando la atención de todos los alumnos del mismo curso.

«No presto atención a lo que dice la gente… Senda-kun es una persona muy amable. Me lo he pasado muy bien hablando con Senda-kun.»

Las palabras llegaron a mis oídos con claridad, aunque estaban casi ahogadas por el ruido de la clase.

Después de entrar al aula, Takane-san, que se sentaba en diagonal frente a mí, a mi izquierda, me miró una vez y sonrió, como si se alegrara de que me sentara tan cerca de ella.

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