Ankoku C73 – 3

Por eso la había traído conmigo.

Además, no estaba familiarizado con la situación del teatro. Así que pensé que trayéndola conmigo me sería más fácil ver a Ainoe.

De hecho, quería traer a Kuna conmigo, pero como odiaba tener que ocultar su cara y su figura con un atuendo que le dificultaba el moverse, acabó optando por quedarse en la mansión.

Esta faceta suya era diferente a la de Rena. A Rena no parecía importarle ocultar su rostro y su figura con un atuendo similar.

Por lo tanto, seguían siendo existencias diferentes a pesar de que Kuna era el clon de Rena.

Dicho esto, llegué al teatro junto con Sienna.

«No es nada. Tampoco estoy muy familiarizado con los asuntos del teatro. Ni siquiera se me ocurriría disfrazarme de mensajero de un patrocinador si no me lo hubieras propuesto. Al fin y al cabo, lo único que necesitaba era reunirme con ella.»

Respondí a Sienna mientras miraba el ramo de flores de mintea que tenía en la mano.

Este ramo era un regalo para Ainoe. Sería sospechoso si dijera que era el mensajero de su patrocinador y viniera con las manos vacías.

Según Sienna, la dirección de la compañía siempre habría estado en números rojos si no fuera por el apoyo de los patrocinadores, por eso la existencia de los patrocinadores era necesaria para la compañía.

En un principio, quería colarme en el teatro con magia, pero parece que es una tarea difícil, ya que el teatro estaba equipado con una herramienta mágica hecha por un enano para evitar que la gente sospechosa entrara en el teatro.

Me dijo que la razón por la que habían instalado esa herramienta mágica era porque un mago había utilizado un hechizo de invisibilidad para espiar en el vestuario de las bailarinas en el pasado.

Aunque esa herramienta mágica no era nada para mí, si me dieran a elegir, preferiría un método pacífico y apropiado antes que uno ilegal.

«Está bien, podemos verla fácilmente siempre que usemos el nombre del senador Cornes.»

Sienna también me habló de Cornes.

Cornes era un miembro del Senado, y patrocinador de Ainoe. Por eso nos será más fácil conocer a Ainoe si usamos el nombre de Cornes.

Por cierto, parece que vivía en la misma zona que nosotros; en definitiva, nuestro vecino.

Según Sienna, los patrocinadores solían exigir que el actor o la actriz a la que apoyaban se acostara con ellos a cambio de apoyo monetario detrás de escena.

Pero, al ver el aspecto de Sienna, no pude evitar darme cuenta de que ese tipo de patrocinadores definitivamente existía. No todo era totalmente glorioso como la gente normal se lo imaginaba…

Incluso en Japón, ese tipo de negocio de almohadas era normal para los artistas.

«¿Tú también tienes un patrocinador, Sienna?»

Hice tal pregunta sin querer.

«No, todavía no tengo un patrocinador. No acepto patrocinadores tan egoístas. Aunque no es en el sentido de un patrocinador, mi padre y mi hermano mayor me ayudan mucho en ese sentido.»

«Ya veo.»

El padre de Sienna era miembro del Senado y su hermano era sacerdote de Oudith.

Si su padre era senador, ella debería ser una especie de princesa en este país. ¿Por qué una chica así trabajaba como bailarina?

Aunque la profesión de bailarina no era una profesión de lo más baja, definitivamente era un trabajo para alguien sin ciudadanía. Aunque ella podría tener sus propias razones para hacer ese trabajo, no debería meterme en su intimidad.

«¿Va a convertirse en mi patrocinador, Caballero Oscuro-sama?»

Preguntó Sienna con una sonrisa en la cara mientras me observaba con la mirada hacia arriba.

«Claro, me convertiré en tu patrocinador.»

Acepté con facilidad.

La danza de Sienna era espléndida y hermosa. Podría ser una buena idea financiar la carrera de Sienna después de ocuparme de este asunto y enviarla de vuelta a su compañía.

Naturalmente, no podía usar el nombre del Caballero Oscuro, pero es ahí donde brillaba el nombre de Regena.

«Eh… eso… uhm… eso es…»

Parecía realmente sorprendida cuando accedí a apoyarla.

«¿Pasa algo?»

«N-NO!! NO ES NADA!!!»

«¿?»

La complexión de Sienna cambió 180 grados. Y entonces, murmuró algo así como ‘¿Qué debo hacer? Puede que acabe rota’.

Ladeé la cabeza, incapaz de entender el significado de su murmullo.

Así, tuvimos esa clase de bromas mientras nos dirigíamos al teatro.

Finalmente, llegamos al teatro.

«Sienna, ¿Puedes esperar aquí un rato?»

Sería molesto que sus conocidos la reconocieran, así que le pedí que esperara un poco lejos del teatro.

«Sí. Pero, si me ataca el que mató a Marchas mientras el maestro no está a mi lado…»

Sienna habló mientras su cuerpo temblaba sin parar al recordar lo que le pasó a Marchas que perdió la cabeza.

Aunque ya la he liberado de sus ataduras, parece que seguía teniendo miedo de Ainoe y su compañía.

Sienna me observaba con una mirada ansiosa.

«Entonces usa esto para protegerte.»

Le pasé una katana.

Esa katana era algo que hice para mí cuando dejé Nargol después de hacer mi trabajo. El color de la hoja de la katana se había vuelto negra dado que cargué mi poder mágico en ella durante su creación. Podría usar esa katana para ganar algo de tiempo hasta que yo llegara.

Sienna recibió la katana y la abrazó con fuerza.

¿Se ha calmado un poco?

«Entonces, me iré por un momento.»

Procedí por mi cuenta.

Incluso esos supuestos dispositivos de advertencia no serían capaces de rechazar a alguien que viniera directamente desde su entrada.

Por eso no debería ser un problema mientras actúe como una persona normal.

Pasé por la entrada del teatro.

Al entrar, vi a dos hombres haciendo guardia.

«Por favor, deténgase ahí. Sólo pueden entrar las personas autorizadas.»

Un hombre se adelantó mientras hablaba.

«He venido aquí como representante de nuestro maestro, el senador Cornes-sama, para entregar este ramo de flores a Ainoe-sama. Por favor, transmite este mensaje a ella.»

Dije las palabras preestablecidas.

«¿Cornes-sama? Pero, usted no es la persona habitual.»

El hombre podría estar familiarizado con la cara del mensajero de Cornes. Menudo desatino.

«Bueno, aunque diga eso… Lo único que hago es entregar este ramo de acuerdo con las instrucciones de nuestro maestro.»

Mostré una mirada preocupada en mi rostro, mirando el ramo.

«Haa… no se puede evitar. Si es así, puedes volver después de confiarnos el ramo.»

El hombre intentó quitarme el ramo.

«N-No! Nuestro maestro dijo que tiene que recibir el ramo de mi mano. ¿Puede llamar a Ainoe-sama para que venga a recibirme?»

Di un paso atrás, para evitar al hombre.

Sinceramente, este tipo de improvisaciones eran realmente molestas.

Aunque podía amenazarlos con mi poder, ellos no habían hecho nada malo y sólo estaban haciendo su trabajo correctamente.

Ni muerto amenazaría a alguien que sólo hizo su trabajo correctamente.

«Haa, entiendo. Por favor, espera un poco, voy a preguntar por Ainoe-neesan.»

El otro hombre ingreso al teatro.

Dejando sólo al guardia que trató de tomar el ramo y a mí en la entrada.

Muy pronto, alguien salió del teatro.

«¿Eh?»

No pude ocultar mi sorpresa al ver al que salió.

Porque, no era otro que el Héroe de la Luz, Reiji, en persona.

⇐ ノ(>_<ノ )

⇑٩(^▿^)۶⇑

(ノ>_<)ノ ⇒