Mientras Yuuya y los demás hacían turismo en la Tierra…
En el otro mundo, Usagi se dirigía al lugar donde vivía el ‘Mago Santo’ para ayudar a Merl.
Anteriormente, Usagi e Iris habían estado viajando al hogar del ‘Mago Santo’, pero acabaron visitando a Yuuya, así que lo pospusieron.
Como resultado, una vez más estaba avanzando a través de las montañas contra los poderosos monstruos de la [Montaña del Cielo].
(Fuh!)
«Gugyaaaa!»
Sin embargo, incluso los poderosos monstruos estaban indefensos frente a Usagi y cada uno de ellos fue derrotado con una sola patada.
(Dios… vives en un lugar muy problemático. Ojalá tuvieras en cuenta a la gente que va a visitar tu casa.)
Usagi continúo quejándose del ‘Mago Santo’ que no estaba presente.
Sin embargo, después de avanzar un poco, se detuvo de repente.
(Bueno… ahora es cuando empieza.)
A diferencia de antes, Usagi respiro y dio un paso adelante.
En ese momento—
(Tch!)
Un círculo mágico aparece sobre la cabeza de Usagi, y una enorme lanza de agua emerge de él e intenta atravesar a Usagi implacablemente. Saltó para esquivarla, pero como si sus movimientos hubieran sido predichos, aparecieron varios círculos mágicos en otros lugares, de los que salieron lanzas de agua una tras otra.
(La cantidad de estas trampas… es por lo que odio esto…)
Usagi esquivó ágilmente la magia mientras ponía una expresión de asco desde el fondo de su corazón enfrentándose a la magia que venía hacia él.
Luego, usando un árbol como punto de apoyo, reunió todas sus fuerzas en un solo punto y miró hacia la cima de la montaña.
(Es demasiada molestia. Voy a seguir adelante con esto—!)
Cuando liberó toda su fuerza acumulada de un solo tirón, los árboles y el suelo que Usagi había utilizado como punto de apoyo volaron por los aires debido al impacto.
La velocidad era increíble, y Usagi voló hacia la cima de la montaña pareciendo una bala.
Se añadieron más y más círculos mágicos en un intento de derribar a Usagi mientras corría por la montaña, pero fueron incapaces de atraparlo.
Al final, la magia no alcanzó a Usagi hasta el final, y llegó a la cima de la montaña.
(He llegado, ¿Huh?)
Delante de los ojos de Usagi, había una casa de madera que desprendía una atmósfera similar a la de la casa de Yuuya en el [Gran Nido Demoniaco], y estaba rodeada por una valla.
Cuando Usagi se acercó a la casa sin ninguna duda en particular, una figura apareció desde el interior de la valla.
«¿Huh? ¿Hay alguien aquí?»
«¿Huh? Parece que hay alguien aquí.»
«¿Conoces al Maestro?»
«Debes conocer al Maestro.»
Entonces encontró dos chicas mirando alrededor. Además, las chicas tenían caras idénticas y eran definitivamente gemelas.
Usagi también estaba ligeramente sorprendido, ya que no esperaba encontrar a otro humano en el lugar donde vivía el ‘Mago Santo’, pero se convenció rápidamente.
(… ¿También tomó un discípulo? Aunque originalmente era un misántropo… Supongo que no es del todo imposible, ¿Huh?)
Los ojos de las gemelas se abrieron de par en par cuando por fin vieron a Usagi mientras se dirigía hacia la entrada murmurando esto.
«Vaya! ¿Eso es un conejo?»
«Vaya! Es un conejo!»
Las gemelas no se habían esperado que el visitante (¿?) fuera un conejo. Volvieron corriendo hacia la casa, con los ojos brillantes de emoción.
«Maestro! ¿Vino un conejo?»
«Maestro! Vino un conejo!»
«—¿Qué es todo ese ruido?»
Entonces apareció otra figura desde el interior de la casa. La persona tenía rasgos ligeramente diferentes a los de un humano normal.
Tenía el cabello largo y rubio, ojos verdes y las orejas largas y puntiagudas. Tenía las cejas arrugadas y llevaba gafas, lo que sugería que tenía una personalidad algo seria.
El tipo que acababa de aparecer parecía molesto con las gemelas, pero de repente pareció notar una presencia en la entrada…
«¿Hmm? Tú eres…»
(No pareces haber cambiado, Odis.)
El hombre al que Usagi se dirigió como Odis abrió ligeramente los ojos, pero su expresión cambió rápidamente a una de fastidio.
«…Así que, Usagi, ¿Huh? Como puedes ver, estoy ocupado. Vete ahora mismo.»
(Aunque no pareces tan ocupado.)
Odis dejó escapar un gran suspiro al ver a Usagi, que parecía no irse.
«…Ahhh. Olvídalo. Entonces, ¿Qué haces aquí? ¿Te encontraste con algún Mal?»
(…Realmente no sabes nada, ¿Verdad…?)
«¿Mmm?»
El hecho de que Odis, que era el Mago Santo, no fuera consciente de que el Mal había aparecido en primer lugar hizo que Usagi quisiera agarrarse la cabeza.
(…El Mal había aparecido. Además, estaba en su máxima perfección.)
«¿Qué? ¿Qué significa eso? No sabia nada de eso!»
(Eso es porque eres un encerrado…)
A Usagi le dolía cada vez más la cabeza mientras Odis no daba muestras de ofenderse. Entonces las gemelas, que estaban observando el intercambio entre ambos, se miraron.
«¿El Maestro es un encerrado?»
«El Maestro es un encerrado.»
«Cállense las dos.»
Usagi también volvió a mirar a las gemelas y preguntó a Odis.
(¿Esas humanas son tus discípulas?)
«Sí. Tienen algo especial para ser humanas.»
(Es inusual, ¿Verdad? Pensé que, si tomabas un discípulo, sería un elfo…)
«Hmm. No sería más que una molestia tomar a un grupo tan arrogante como mis discípulos.»
(…Esas palabras vuelven directamente a ti.)
Usagi dejó escapar un suspiro de exasperación.
«No se trata de eso! No creo que tengamos tiempo para hablar aquí. El Mal ha aparecido, ¿Verdad? Si ese es el caso, vayamos donde los otros Sant—»
(¿No lo has oído? Te he dicho que había aparecido.)
«…¿Qué? ¿Qué quieres decir…?»
Aquí fue donde Odis por fin entendió de qué hablaba Usagi, y le lanzó una mirada dudosa.
«¿Entonces de qué se trata? ¿Acaso el Mal ya ha sido derrotado?»
(Sí.)
«…..»
Al admitirlo tan rápidamente, Odis se quedó callado.
Entonces Usagi le dio a Odis alguna información adicional.
(Como mencioné antes, el Mal apareció en su máxima perfección.)
«Así es! Tenía curiosidad. ¿Qué paso? ¿Qué es esa máxima perfección…?»
(Es sólo eso. Significa que ha absorbido a los otros Mal y ha aparecido como el único Mal que es completo.)
«¿Puede realmente ser derrotada una existencia así? ¿O es posible que el Mal fuera aún más débil de lo que imaginábamos?»
(No. Es más bien lo contrario. Es imposible que yo pudiera derrotarlo, y tampoco Iris.)
«—»
Fue debido a que Odis conocía perfectamente las habilidades de Usagi e Iris como Santo Pateador y Espada Santa que las palabras de Usagi lo tomaron por sorpresa.
Después de escuchar todo lo que se había dicho hasta ese momento, Odis se dio cuenta de que en el mundo fuera de su casa pasaban más cosas de las que pensaba.
(No te preocupes. Te lo explicaré todo con detalle. Esa es una de las razones por las que vine a verte.)
«…Muy bien. Entra. Ustedes dos, preparen el té.»
«»…Sí.»»
Cuando Odis lo invitó a entrar en la casa, Usagi le explicó todo lo que le había pasado.
El hecho de que Usagi hizo de Yuuya su discípulo, y luego Iris también se convirtió en su maestra.
Y el hecho de que la familia de Yuuya derrotó al Mal en su lugar…
Se lo contó todo.
Después de escuchar la historia, Odis sostuvo su cabeza, lo que fue un cambio completo desde el principio.
«Llevo un tiempo estudiando magia…»
(Bueno, no es algo que te creerías, ¿Verdad?)
«Por supuesto, la historia del Mal es una cosa, pero en cuanto a mí, también me sorprende que Usagi e Iris tomaran un discípulo. Bueno… si no es el tipo de persona que puede heredar sus habilidades, no podría enfrentarse al Mal…»
Tras convencerse de ello, Odis volvió a mirar a Usagi.
«Entonces, ¿Estás aquí sólo para informar que el Mal ha sido derrotado?»
(¿Hmm? Estás sorprendentemente tranquilo. Pensé que estarías más enfadado, pero…)
«No te burles de mí. Ni siquiera sabía que el mundo exterior estaba en tal estado; no tengo derecho a enfadarme. Aunque no estoy seguro de cómo tu discípulo lo venció…»
(Hmph… Bueno, al menos no volveremos a luchar contra el Mal en nuestra generación. Y lo que es más importante, si bien es cierto que informarte es una de las razones por las que he venido a verte, el propósito original es otro.)
A continuación, Usagi volvió a explicarle con detalle que su discípulo Yuuya era de otro mundo y sobre los alienígenas invasores del espacio exterior, los Dragonia, y Merl, otro alienígena que había suplicado ayuda ante su invasión.
Entonces—
«Qué demonios es esa situación…!»
Odis se sujetó la cabeza.
«¿No es sólo que sea un mundo diferente, sino que está en el espacio? Cuánto más confuso puede llegar a ser…!»
Las discípulas gemelas, que nunca antes habían visto al Mago Santo angustiado, se quedaron boquiabiertas ante la apariencia de su maestro.
«Vaya. El Maestro está confundido, ¿Verdad?»
«Sí. El Maestro está confundido.»
(…Bueno, yo tampoco puedo entender lo que está pasando. Pero también es cierto que realmente los vi y luché contra ellos.)
Durante un rato, Usagi ignoró a Odis, que no parecía recuperarse de su confusión, y dirigió su mirada hacia las gemelas.
(Entonces, ¿Qué hay de estas dos?)
«Ah! ¿Aún no nos hemos presentado?»
«No nos hemos presentado!»
«Soy Ruri!
«Yo soy Rill!»
«»Es un placer conocerte!»»
Ruri y Rill se inclinan al mismo tiempo.
Ambas llevan el cabello verde recogido en coletas, cada una atada al lado opuesto.
Aunque hay algunas diferencias aparte de su aspecto, como que Ruri suele hablar en forma de pregunta, sería difícil distinguirlas si no se está acostumbrado.
Mientras escuchaba los nombres de estas dos, Usagi evaluaba sus habilidades.
(Fumu… En lugar de decir que cada persona está completa, ¿Sería correcto decir que las dos son una sola persona?)
«Oh, lo entiendes perfectamente, ¿Verdad? Sólo somos media persona cuando estamos solas, pero nuestro maestro dice que cuando estamos juntas, somos una persona.»
«Bueno, me gustaría que me llamaran hecha y derecha cuando estoy sola…»
«…Hmm. Incluso estando las dos, siguen siendo sólo la mitad de buenas, idiotas.»
«»¿Eeh?»»
Después de recuperarse de su confusión, Odis les hablo y se enfrentó a Usagi de nuevo.
«Entiendo la situación por el momento. Entonces, ¿Qué quieres de mí?»
(No es tan difícil. Sólo necesito que nos eches una mano. Como dije antes, la alienígena está pidiendo nuestra ayuda. Mi discípulo se va a encargar de ello, e Iris y yo le echaremos una mano. Gracias a mi discípulo, pudimos derrotar al Mal. Podemos decir que saldaremos esa deuda. Sin embargo, como descubrimos tras luchar contra los alienígenas, no somos lo bastante fuertes para combatirlos solos. Por eso también he venido a pedirte ayuda).
«¿Cooperación, huh…? Por lo que he oído, ese mundo y ese universo parecen ser un entorno donde el poder de la ciencia, y no el de la magia, tiene una fuerte influencia. Me interesaría ver si hay alguna nueva tecnología mágica por ahí que no haya visto antes…»
Cuando Odis dijo eso, Usagi recordó de repente la casa de Yuuya.
(Por cierto, la casa donde vive mi discípulo utiliza una barrera mágica que nunca había visto antes.)
«¿Qué?»
(He visto muchas de las magias que usas, pero es aún más poderosa que esa. Es una barrera que le permite vivir a salvo en el [Gran Nido Demoniaco], después de todo.)
«¿Barrera?»
(Sí. Es una barrera ridícula que impide cualquier ataque físico o mágico. De hecho, incluso los ataques del Mal perfecto no tenían efecto alguno…)
«Qué! Eso sería imposible sin la magia del sabio legendario.»
Al escuchar las palabras de Usagi, Odis se quedó de nuevo atónito.
Esto se debe a que el lugar donde viven Odis y los demás también es un lugar peligroso, y la casa donde viven ahora tiene una barrera mágica a su alrededor, al igual que la casa de Yuuya.
Sin embargo, la barrera no era perfecta, y a veces los monstruos entraban más allá de la barrera.
A pesar de ello, Odis no podía imaginar que la casa de Yuuya estuviera completamente protegida de la amenaza de los monstruos sólo por la barrera, aunque estuviera situada en la zona más peligrosa llamada el [Gran Nido Demoniaco].
(Y entonces, al igual que la barrera mágica en la casa, por supuesto, la magia controlada por mi discípulo que vive allí también es atípica y poderosa. Esta es una gran oportunidad para conocer a un hombre así… ¿Te interesa?)
Odis se quedó pensativo durante un rato, pero luego dejó escapar un suspiro.
«Ahhh… Si tú lo dices, tendré que comprobarlo.»
Al decir eso, Odis enderezó su postura.
«De acuerdo. Te ayudaré a luchar contra esa cosa alienígena.»
(¿Es así?)
«Y, ¿Está bien llevar a las gemelas?»
«»¿Maestro?»»
(Está bien, pero… ¿Estás seguro? El destino es un universo desconocido, y también es bastante peligroso, ¿Sabes?)
Las gemelas, al igual que Usagi, se sorprendieron por las palabras de Odis, y éste asintió.
«Soy consciente de ello. Pero quieres una fuerza de combate, ¿No? Entonces puedes usar a mis discípulas. Una, o incluso dos, serían de ayuda.»
«»Maestro. Eso quiere decir que nosotras dos podemos ser una fuerza de combate en toda regla—»»
«No se dejen llevar, tontas.»
Aunque Odis había dicho eso, Usagi había intuido que ellas dos sí que podrían ayudar.
Usagi asintió mientras se reía de la actitud poco sincera de Odis.
(Entiendo. Entonces nos dirigiremos hacia mi discípulo lo antes posible. ¿Te parece bien?)
«Sí.»
«»Sí!»»
—De esta manera, el ‘Mago Santo’ y sus discípulas se unieron al grupo.