Stage 1 – 1: Re: Iniciando la vida en la Academia como [Villano]
¿Quiénes son los ganadores en la vida?
Los que están en posición de utilizar a los demás.
Y yo, sin duda, estoy en el bando ganador.
Nacido como hijo mayor de una familia Ducal, asistir el mes que viene a la prestigiosa Real Academia Nacional de Magia Rishburg es un hecho.
Naturalmente, entraré con las mejores notas.
Mi aspiración es convertirme en un absoluto archivillano.
No un héroe de la justicia.
¿Por qué debería gastar mi corta vida en los demás?
Hacer lo que me plazca y vivir libremente. Sin dejar que nadie interfiera.
Quiero vivir como un rey demonio opuesto a la humanidad.
«Hoy estoy impecable como siempre.»
Mi aspecto bien arreglado reflejado en el espejo era satisfactoriamente perfecto.
Finalmente dirigí mi mirada hacia el pergamino colgado en mi habitación.
Escrito con mi excelente caligrafía estaban los Tres Preceptos del Mal.
Uno, vive fiel a tus creencias sin concesiones.
Dos, no descuides ningún esfuerzo por pulir tu encanto.
Tres, no dejes que nadie decida tu futuro salvo tú.
Eran tres puntos comunes a las figuras malvadas que consideraba geniales en su forma de vivir.
Los que comprometen sus creencias para adaptarse a la situación son patéticos.
Sin encanto, nadie te seguirá.
Mi vida me pertenece sólo a mí. No cedo mi camino a nadie.
Mi forma de hablar y de pensar sobre las cosas había cambiado considerablemente con respecto a mi vida anterior.
Todo gracias a aferrarme a la creencia de [vivir libremente y hacer lo que quiera a diferencia de mi vida anterior].
Y hoy sería probablemente el memorable primer día de mi maravillosa vida.
«Mis disculpas por la espera, padre.»
«Bien, hijo mío. Sé que has estado estudiando diligentemente. Seguir perfeccionándote es importante.»
«Gracias, señor.»
Al verme inclinarme, mi Padre Gordon Vellett se acarició alegremente la barba.
Su expresión severa desprende un aura estricta a primera vista, pero es un padre amable dedicado a su familia. Llamarlo cariñoso no sería exagerado.
No ha dudado en proporcionarme los mejores tutores para todas las clases que he querido tomar.
El mejor ambiente dado por el mejor padre.
«Entonces, permíteme explicar el tema de manera concisa. Ouga asistirá a Rishburg a partir del próximo año. Sabes que es obligatorio vivir en un dormitorio en Rishburg, ¿Verdad?»
«Por supuesto. Es para enfocar el entrenamiento mágico pasando el mayor tiempo posible, ¿Correcto?»
«Así es. Y los estudiantes pueden llevar a una persona como asistente a los dormitorios. Ouga, elige tú mismo a alguien en el transcurso de un mes.»
«¿Quién sea que yo elija estará realmente bien?»
«Naturalmente. Considéralo un entrenamiento para discernir talentos útiles. Una de las sirvientas de aquí servirá, o puedo comprar un esclavo si lo prefieres. Sólo trae a alguien a quien puedas confiarle la asistencia de tu vida de estudiante.»
Había estado esperando esas palabras.
Una oportunidad de ganar un excelente subordinado sin gastar mi propio dinero.
A quienquiera que escoja aquí pretendo que trabaje a mis órdenes no sólo durante mi vida en la academia, sino de por vida.
En otras palabras, un cómplice de mis fechorías.
Si sólo quisiera un sirviente utilizable, podría visitar a un mercader de esclavos y comprar uno con gran inteligencia.
Pero eso sería aburrido. Quiero ver cómo sucede.
Un alma virtuosa cayendo al mal.
Ya lo había pensado antes. No importa cuántas veces sean engañados los héroes en las historias, nunca pierden sus corazones justos.
Pero si se les expone continuamente al mal, si se les hace participar en actos malvados, ¿Qué sería de ellos?
Kukuku… Deben retorcerse de agonía. Quiero ver ese tipo de espectáculo a mi lado.
«En ese caso, ya tengo a alguien en mente.»
«Oh… Como era de esperar. Estoy deseando saber qué clase de persona traerás.»
Padre sonrió con maldad.
«Entonces, me despido, Padre.»
Haciendo una reverencia, salí rápidamente de la habitación y me dirigí a la ciudad después de arreglar mi aspecto.
«Kukuku…fuhahaha!»
Mi tiempo está llegando.
Mi magnífica vida.
«Reclutemos a mi primer cómplice.»
◇ ◇ ◇ ◇ ◇
▼Extremo más alejado de la capital. Un pueblo mugriento prácticamente aislado de la capital—Woshua▼
Drogas, tráfico de personas y apuestas.
El lugar donde se reúne todo lo que más detesto en el mundo.
Sin embargo, yo estaba en el coliseo subterráneo de este pueblo, la oscuridad condensada de la capital.
«SIIIIII!!! MATALOOOOO!!!»
«Allí! Apuñala! Córtalo!»
Vítores carentes de una pizca de moral volaron por encima de mí.
Ante mí estaba un hombre de más de 2 metros de altura.
Un casco con cuernos. Un hacha enorme. Una gruesa armadura de hierro.
Mi oponente para este combate.
«No conozco tu racha de victorias, pero no te pongas engreída, mocosa.»
El hombre de respiración agitada había estado en la cima de la clasificación del coliseo hasta que yo lo reemplace.
No debía sentarle bien que lo superara una mujer.
Había preparado este combate a la fuerza.
«Evítame la fanfarronería. Sólo date prisa y ven.»
Me pareció oír el estallido de un vaso sanguíneo.
Tomando la provocación directamente, el hombre blandió su hacha poderosamente confiando únicamente en su fuerza.
Un ataque tonto cegado por la ira.
Seguramente hasta ahora lo había superado todo sólo con poder.
Eso podría haber funcionado con oponentes ineptos.
Pero yo era diferente.
«—Lunging!»
«…¿Huh?»
El poder blandido contra un enemigo seguramente rebota contra uno mismo.
Después de evadir el hacha, empuje su brazo para añadir más impulso.
Incapaz de controlarlo, el hacha cortó fácilmente el brazo del hombre.
«Gaaahhh!»
«Descansa en paz tranquilamente…»
«Mmmph…!»
Acallé al hombre que se retorcía de dolor clavándole mi espada en la boca.
La hoja le atravesó la garganta, y su sangre manchó el suelo.
Tras limpiar la sangre de mi preciada espada y envainarla, salí del excitado coliseo y encontré al dueño esperando junto a la entrada.
«Hey, Chris. Tienes un cliente.»
«…No recuerdo tener alguna cita.»
«No importa, sólo ven! Si no, estás expulsada de aquí!»
«…Bien.»
Su tono es muy grosero, pero no tuve más remedio que obedecer.
Habiendo perdido mi antigua gloria y estatus, esta era la única forma en la que podía vivir — matando a diario en este lugar, tiñendo mi espada de sangre.
Qué amarga ironía.
El mal que odio sostiene mi vida.
Siguiendo al dueño, me condujeron a la sala VIP.
Una decoración llamativa y desagradable a la vista decoraba la sala, apestaba a nuevo rico. Sentado en la silla de cuero del centro estaba…
«…¿Un niño?»
«Cuida lo que dices, Chris!»
«Está bien. No me ofenderé por eso. Más importante, ¿Nos dejas un momento a solas?»
«Oh, p-por supuesto! Ah, mantendré a todos alejados así que siéntete libre de tomarte tu tiempo, heh… Discúlpame entonces…»
El dueño me dio una palmada en la espalda antes de salir rápidamente de la habitación.
…Nunca lo había visto tan obediente.
¿Tenía este chico un estatus tan alto?
Cuando volví mi mirada hacia él, suspiró con un deje de exasperación.
«Ese tonto. Como si fuera a corromperte en un lugar como éste.»
«¿Qué quieres decir con eso?»
«Ese hombre supuso que había venido a comprarte pensando que deseaba una mujer.»
«…!»
Me sorprendió a pesar mío la forma tan familiar de dirigirse a mí.
El chico me instó a sentarme antes de acomodarse él mismo en la silla.
«Soy Ouga Vellett. Hijo mayor de la familia Ducal Vellett.»
«Qué! ¿En serio?»
«Sí. Como prueba, tengo esta daga grabada con el escudo de mi familia.»
Lo que me mostró era inequívocamente el escudo que representaba a la familia Vellett que yo recordaba.
Utilizar falsamente el escudo de una familia noble era un delito grave. Ningún niño tendría fácilmente una falsificación.
Si estaba emparentado con la Casa Vellett, también podía entender que diera con mi paradero.
Destacaban en inteligencia y se ocupaban principalmente de la diplomacia.
Con esa red de información, incluso una persona como yo sería fácil de localizar.
Aunque pocos idiotas la usarían por una mujer caída como yo.
«…Entonces, ¿Qué asuntos tiene la Casa Vellett conmigo? Lo siento, pero no tengo intención de complacerte. Detesto a los nobles. No hace falta explicar el porqué, ¿Verdad?»
«Por supuesto. Fueron los nobles quienes te juzgaron y expulsaron de los Caballeros Sagrados.»
«Así es! Esos nobles podridos que ocultan el mal y llenan sus propias arcas!»
Como líder de la orden, yo había condenado el mal.
Porque creía que eso traería felicidad y paz al pueblo.
En el curso de mis actividades me di cuenta de que se estaba produciendo tráfico de personas, reuní pruebas, aseguré la escena e inmediatamente aconsejé al rey que capturara a los nobles.
El rey no se equivocaría.
Creí que así purgaría un mal más del país…!
Sin embargo, fui yo la expulsada!
La montaña de pruebas fue ocultada, el lugar de tráfico de personas se hizo pasar por préstamo de personal, y a base de parchear mentiras fui inculpada como criminal culpable de falsa denuncia!
Despojada de mi condición de Caballero Sagrado y de un lugar donde vivir, acabé en el coliseo.
Pensar que ahora utilizaba la habilidad de espadachín que había perfeccionado para la justicia en aras de la prosperidad del mal, únicamente para ganarme el sustento… Qué humillación!
No tenía elección si quería sobrevivir. Una penosa vergüenza se enroscó en mi corazón.
«Yo también investigué aquel incidente y conozco la historia. Pero en ese momento el actual jefe de la familia Vellett… mi padre estaba de viaje visitando un país vecino. Si padre hubiera estado presente, no habrías acabado en un lugar así.»
«Hmph, ¿Y qué? ¿Intentas consolarme? Ya es demasiado tarde. Ahora sólo soy la tonta Chris…»
«…Para ser honesto, estoy decepcionado, Chris.»
…¿Qué?