Kuma C41

Capítulo 41: El oso termina la exterminación de la serpiente y regresa al pueblo

 

Al día siguiente, me desperté temprano en la mañana.

El techo era diferente. Recordé que había pasado la noche en casa del jefe de la aldea. Cuando me levanté y me puse de pie, oí actividad en la habitación de al lado. El anciano parecía estar ya despierto. Me dirigí a saludarlo.

[Buenos días.]

[No te he despertado, ¿Verdad?]

[No lo hiciste.]

[Voy a preparar algo sencillo para el desayuno, así que por favor espera.]

Esperé distraídamente, y finalmente él trajo nuestra comida. Era pan, verduras y… ¿Huevos?

[Sírvete. Espero que sea de tu gusto.]

[Um, ¿Qué es esto?]

Señalé el huevo frito.

[Este es un huevo kokkeko. El padre de Kai fue a primera hora de la mañana a recoger algunos. Dijo que quería que te lo comieras.]

[Uh, gracias.] — dije, luego abrí el pan con el cuchillo, puse las verduras y el huevo entre ellos, y comí.

[Está bueno.]

[Me alegro. Estoy seguro de que el padre de Kai también se alegrará después de ir a recogerlos.]

Una vez que terminé de desayunar decidí seguir con este nuevo desarrollo.

[¿Así que puedes recoger huevos de kokkeko en este pueblo?]

[Sí, podemos. Si vamos a primera hora, podemos encontrarlos recién puestos.]

[¿Cómo es un pájaro kokkeko?]

[No puede volar muy alto, así que hace sus nidos en los arbustos del suelo. También son muy rápidos para correr.]

¿Era un pollo?

[Creo que todavía tenemos huevos de kokkeko y kokkekos de la recolección de esta mañana, ¿Te gustaría llevarlos a casa?]

[¿Realmente puedo?] — estaba encantada.

[Por supuesto. Esta aldea te debe su vida. No tenemos nada con qué pagar, así que esto es una gota en el vaso.]

Huevos y pollos obtenidos!

Cuando terminé de desayunar, empecé a prepararme para irme.

[¿De verdad te vas a casa?]

[Tengo que informar al gremio, después de todo.]

Cuando salí de la casa del jefe de la aldea, Kai se acercó.

[Señorita, ¿Se va a casa?]

[El jefe del gremio y los aventureros se dirigen hacia aquí, así que, si no me reporto con ellos, les causará problemas.]

En el camino de salida, recogí tres kokkekos y unos diez huevos del padre de Kai. No importa como la gente los llamara, obviamente eran pollos. Esa podría haber sido la parte más feliz del trabajo esta vez.

Era una pequeña salida, pero decidí que volvería de nuevo.

Llamé a Kumayuru, y nos dirigimos a Crimonia, escuchando el sonido de mis anfitriones gritando sus agradecimientos desvanecerse lentamente en la distancia.

 

▼▼▼▼

Varias horas después, vimos a alguien que se dirigía hacia nosotros. Sospechando que era el maestro del gremio, hice que Kumayuru fuera más despacio.

[¿Eres tú, Yuna?]

El maestro del gremio jalo las riendas de su caballo para detenerlo.

[¿Qué estás haciendo aquí? La aldea no fue aniquilada, ¿Verdad?]

[He derrotado a la víbora negra.]

[… Eh, lo siento, ¿Podrías repetirlo?]

[He derrotado a la víbora negra.] — dije otra vez.

[Estás bromeando.]

Toda esta interacción fue una molestia, así que saqué el cuerpo de mi almacén de oso y lo puse delante de él.

[Así que realmente la derrotaste por tu cuenta. No está dañada en ninguna parte.]

[Tiene una piel dura como la piedra, pero su interior soporta las bolas de fuego tan bien como uno esperaría.]

[Lo dices como si fuera fácil…] — dijo el maestro del gremio, mirando a la boca de la víbora — [Es verdad. Me sorprende que el hechizo haya llegado tan profundo — la garganta tiene, ¿Dos metros de ancho? Esperaría que un hechizo de fuego detonara en su boca.]

No podía decirle que mis bolas de fuego habían caminado por su tracto digestivo con sus patas de osito rechoncho.

[De todos modos, entiendo. Si no tiene sentido ir a la aldea, entonces volvamos al pueblo.]

Partimos de nuevo, los dos nos dirigimos a Crimonia esta vez.

[Te ruego me disculpes, pero mi caballo no puede seguir el ritmo de tu oso. ¿Podrías ir más despacio? Tengo preguntas.]

Le expliqué lo que pasó en la aldea.

[Eso fue bastante imprudente por tu parte.]

Con el equipo de oso, podía permitirme serlo.

Hicimos una breve parada de descanso, y cuando volvimos a casa, dejé que Kumayuru fuera despacio. Nuestras dos monturas merecían un descanso, y yo no tenía ninguna clase de prisa.

 

▼▼▼▼

Volvimos al pueblo al día siguiente y fuimos directamente al gremio. Helen nos vio y rompió a llorar.

[Yuna, maestro del gremio… ¿Por qué están aquí? ¿La aldea…?]

[Helen, está bien. La víbora negra fue derrotada.] — explicó el maestro del gremio.

[¿Fue realmente así?] — Helen enjugó sus lágrimas.

[Sí, es verdad, así que cálmate. ¿Por qué estabas tan preocupada?]

[Rush de rango C regresó herido, y me costaba mucho contactar a los aventureros por encima del rango C. Debí haber esperado que usted sería capaz de manejarlo, maestro del gremio.]

Helen miró al maestro del gremio con reverencia.

[No lo hice. Yuna lo hizo, sola.]

[¿Qué…?] — Helen miró lentamente hacia mí. No me mires con los ojos tan abiertos, pensé. Es vergonzoso.

[Yo sentí lo mismo, pero es verdad.]

No parecía calmada.

[Así que, Yuna, se está haciendo tarde. Odio pedirte que hagas esto, pero ¿Podrías venir de nuevo mañana? Necesitamos escribir el informe para esto e inventariar los materiales de la víbora.]

[¿A qué hora?]

[Antes sería mejor, pero estoy segura de que también estás cansada. Te dejaré decidir la hora.]

[Entiendo.]

Dejé el gremio de aventureros.